Nuevo proceso de paz
28.08.2012 02:22
El segundo tiempo del gobierno Santos se abre con un tema recurrente: La Paz en Colombia. El Satélite recogerá en este archivo las noticias, comentarios, análisis y opiniones de diversa índole que conduzcan a una apreciación social y objetiva del tema.
Nuestra propia opinión, es la siguiente:
La paz es un estado del alma
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La revista Semana.com cree que la paz en Colombia se encuentra, ahora sí, en el sitio exacto y el lugar adecuado.
¿Ahora sí?
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A instancias de El Colombiano de Medellín, se reunieron varios medios y columnistas a analizar cómo debería ser la divulgación periodistica de un nuevo proceso de paz.
Vea en este enlace algunas opiniones
Sobre el particular, el director de El Satélite, expresa que parecería obligatorio aplicarle al proceso de paz el derecho fundamental de la Consulta Previa.
Operacion Paz
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Información internacional
Página 12.com: Cuba y Noruega de garantes/Venezuela y Chile, acompañantes
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Los seis puntos de la agenda
La agenda sobre la cual discutirán el gobierno y las Farc sorprendió a los expertos, pues, es mucho más corta y más realista. SEMANA hace un primer análisis de las ventajas y los obstáculos de cada punto.
Las cartas sobre la mesa
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“La Paz perpetua”
El MetroCable de Medellín: póngale la firma
Si la paz es un estado del alma, las inversiones en obras de largo alcance social debieran contribuir a generar un ambiente de paz sustentable y sostenible en el largo plazo.
Por qué lucha la gente?
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Antonio Caballero
El verdadero obstáculo (de la Paz) son los extremistas de las dos partes, que no quieren la paz. Y están, desde ya mismo, saboteando su avance, como lo prueban las filtraciones masivas de los diálogos secretos. La extrema derecha del establecimiento, representada por Uribe y sus adláteres de la prensa y del campo ganadero y palmero y, más ominosamente, del estamento militar. Y la extrema derecha de la guerrilla, que también tiene la suya, representada al parecer por Iván Márquez. Esas dos derechas enfrentadas y que quieren seguir en guerra pueden hacer mucho daño.
Echando tiros/Semana.com
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León Valencia
No se le puede dar papaya a Uribe. Si en el momento crucial de la campaña no hay un cese completo de las hostilidades, el expresidente y los grandes empresarios del campo revientan el proceso. Las guerrillas también exigirán lo suyo. El establecimiento no puede cometer el crimen de cerrarles el paso a movimientos como la Marcha Patriótica.
A diferencia del Caguán y Ralito/Semana.com
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Luis Eduardo Celis
Concertar la paz sin el concurso del expresidente Álvaro Uribe, puede que no sea imposible pero sí más difícil. Es lo que plantea este columnista de Semana.com en su opinión de que se debe hacer un esfuerzo por vincular al expresidente a la mesa de negociaciones en nombre de ese sector de la ultraderecha que defiende…
La llave de cerrar
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Cristina de la Torre, columnista de El Espectador, profundiza el análisis sobre la concentración de la tierra bajo el sugestivo título...
Y, un lector, Jairo de Jesús Arango Mesa, le hace a través de Columnistas Libres, la siguiente observación
¿Por qué no se va más allá de este tipo de denuncias? Lo de Uribe es pan comido, es un grito casi al vacio, ya que existe la posibilidad remota de que sea llevado a las cortes internacionales a responder por el cumulo de muertos que ululan bajo tierra buscando memoria y vivos reclamando restitución de tierras.
Me pregunto: ¿Por qué razones los periodistas, los de los medios de comunicación masivos reconocidos por la legalidad, no incluyen en el conflicto a los carroñeros de buena fe que compran tierras de pequeños propietarios y colonos desplazados o masacrados?
Estos carroñeros[1] llegan cuando los muertos ya hieden. Para muestra dos botones: uno, las miles de hectáreas compradas por la empresa más grande de Colombia “Cementos Argos”, el orgullo paisa, en los Montes de María y otro la compra de tierras en Uraba, en la década de los años cincuenta, por una de las familias de mas alcurnia en este país de “Antioquia”, los Echavarría, después de los desplazamientos violentos en el Uraba colonizado cuando la tierra se volvió interesante para el cultivo y exportación del banano….
Definitivamente eso de que: “cuando se pierde la memoria se repite la historia” parece válido para casi todos los periodistas de este país, y digo para casi todos porque solo conozco unos dos que investigan memoria. Para el caso es bueno que la refresquen con eso de las concesiones reales en el sur de Antioquia, en épocas posteriores a la colonización y en la colonización misma. Dicen las malas leguas, de algunos historiadores, que la concesión Aránzazu explotó con miles de muertos en medio de las disputas entre los sin título, los colonos, y los títulos reales. Los realistas fueron expulsados o borrados disque de Colombia la nuestra, la boba, de la que no hemos podido borrar el adjetivo ni el estigma. También me pregunto ¿Hasta dónde en los periodistas se cumplen eso de no hacer memoria, de contribuir al olvido con su mediatización comprometida con la moral y la ética de una ideología que nos confunde?
Jarameo Un escéptico confundido Aclaración: No soy guerrillero, ni izquierdista, ni sindicalista, ni
derechista y mucho menos de centro; soy un pequeño industrial que ve como se desmorona lo más grande que hemos logrado construir los humanos: <
[1] De acuerdo con las estadísticas que entregan los estudios sobre la violencia en Colombia (a partir de los años cincuenta), el 70% de los muertos está en las zonas de influencia de los antioqueños. Así, de la violencia en los años cincuenta, este alto porcentaje estadístico se recoge de los acontecimientos en el sur de Antioquia la vieja, el suroeste y occidente de la Antioquia de hoy, el norte del Valley y el norte del Tolima. Una guerra aparentemente partidista que se convierte en una guerra de usurpación de tierras…
Y, en las últimas décadas del siglo XX, los acontecimientos se reparten en Córdoba, en el sur de Bolívar, en los altos de María, en el norte del chocó y en el Urabá antioqueño. Esos muertos y desplazados tienen que ver mucho con nosotros los antioqueños…
Las luchas por la propiedad han sido y son muy violentas y explicables en esta región de pequeños propietarios que vienen emergiendo desde la colonia.
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¿Cuánto cuesta la guerra? ¿Cuánto cuesta la paz?
El Nuevo siglo presenta en esta crónica una visión económica sobre el nuevo proceso de paz que se ha abierto en Colombia.
Una contribución analítica de este artículo es que los costos de la guerra seguirán siendo los mismos por lo menos dentro de los próximos 20 años. Obviamente ya no como costos de guerra sino como el costo de mantener estables las condiciones que se negociaron para conseguir el acuerdo que ponga camino al proceso de paz.
Siga el enlace que le proporciona El Satélite para mayor información
Visión económica del proceso de paz
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Lento pero...
El presidente Santos reiteró en Cali su optimismo moderado frente al nuevo proceso de paz que abrió con las Farc. “Ojalá pudiéramos ir más rápido”, dijo a periodistas que le preguntaron sobre el particular.
Vea sus declaraciones en este enlace de…
El Satélite + El País.com.co
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