UN DEBATE PENDIENTE

UN DEBATE PENDIENTE

¿El voto en blanco se puede asumir como un candidato más en competencia? ¿Gana, ganándole a todos o tiene que derrotar la sumatoria de todos los votos válidos?

--

Octavio Quintero

(Agosto de 2015)

--

 
Si las elecciones para la Alcaldía de Manizales fueran mañana, ganaría el voto en blanco con una votación del 27 por ciento, según revelan los resultados de la encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) sobre la intención de voto en la capital de Caldas.
 
La información fue divulgada en la emisión central del noticiero CM& del 06 de agosto a las 9 de la  noche.
 
La encuesta deja en segundo lugar a la candidata del Centro Democrático (CD), Adriana Gutiérrez Jaramillo, con el 24%; le siguen, José Octavio Cardona León (Partido Liberal) 14%; Luis Roberto Rivas Montoya (Alianza por Manizales) 10%; y, Luis Fernando Acevedo Restrepo (Partido Verde) 3%.
 
El diseño de la noticia de CM& no es correcto, pues, pone en primer lugar a la candidata del CD, y a renglón seguido a los demás candidatos de partido, dejando en último lugar el voto en blanco, cuando en realidad es el primero y tiene derecho a ocupar ese primer puesto al ser reconocido legalmente por la legislación electoral como un voto válido, asunto reafirmado en la sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional al definir el voto en blanco como “…una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos (que) constituye una valiosa expresión del disenso a través del cual se promueve la protección de la libertad del elector”.
 
La presentación de CM&, técnicamente, no consulta la regla constitucional del artículo 20 que garantiza a toda persona la libertad de “… recibir información veraz e imparcial”. Allá, ellos: sus intereses tendrán…
 
En lo que a nosotros respecta, sentimos la obligación de señalar la necesidad, por el bien de la democracia, de que de una vez por todas se aclare el alcance electoral del voto en blanco, esencialmente, cuándo resulta perentorio repetir las elecciones sin los candidatos derrotados…
 
En las elecciones locales de octubre del 2011 y en las presidenciales del año pasado, ya se presentaron las primeras escaramuzas interpretativas del voto en blanco: de un lado, reconocidos juristas sostienen que el acto legislativo 01 de 2009, eliminó el término de “mayoría absoluta” que se contemplaba inicialmente para declarar el triunfo del voto en blanco y lo dejó como mayoría simple, es decir, le bastaría con ser mayoría entre todos los demás candidatos para reclamar el triunfo.
 
Tal interpretación no es tan convincente dentro de una hermenéutica jurídica contundente, pues, el acto legislativo ya mencionado atrás, reza que deberá repetirse la elección “cuando el total de los votos válidos, los votos en blanco constituyan la mayoría”.
 
Los juristas que se oponen a la interpretación de los primeros sostienen que ese término de “votos válidos” lo que encierra es la interpretación de que sería necesario que el voto en blanco fuera al menos la mitad más uno del total de la votación. Es decir, dentro del resultado de la encuesta que tomamos para Manizales, y si los porcentajes obtenidos fueran número de votos, sería necesario sumar los 27 blancos, con los 24, 14, 10 y 3 de los otros candidatos lo que arrojaría un resultado de 78 votos válidos, cuya mitad más uno sería 40. Es decir, los 27 no le alcanzarían para hacer repetir la elección, a pesar de haber sido la más alta votación entre los aspirantes.
 
Repetimos: es la discusión que está sobre el tapete y alguien, de un lado u otro, o el mismo gobierno, debiera elevar a la entidad competente, el Consejo Nacional Electoral, por ejemplo, una consulta al respecto, no sea que alguna sorpresa maluca nos deparen las próximas elecciones locales del 25 de octubre. La gente está rebotada con tantas cosas que le suceden en este país campeón de la gente alegre y al mismo tiempo el más desigual. Una confusión al respecto podría degenerar en asonada. Casos estamos viendo, y con más frecuencia de la deseada, de “justicia por propia mano”. Lo sano sería aclarar este asunto antes de, y no después de…