UN CONSEJO AL CONCEJO

 

El viernes en la mañana el Concejo de Tocancipá escuchó en rendición de cuentas al gerente de la Casa de la Cultura, Germán Hernández. Parece que todo va bien porque no se le hizo al alto funcionario local ningún cuestionamiento en serio.

Sin embargo, El Satélite tiene información confidencial de que las cosas en la Casa de la Cultura no marchan  como se cree: hay persecución laboral, despotismo, injerencia indebida en asuntos internos de la entidad del exalcalde Edgar Emiro Rozo; amiguismo, favoritismo e intimidades afectivas que ya son vox populi y que desdicen de la ética y la moral con que debe administrarse una institución que se llame “Casa de la Cultura”.

A ningún concejal se le ocurrió preguntarle al gerente Hernández qué tan cierta es la acusación que se publica en la edición No. 45 de El Satélite titulada “La casa de la incultura”. ¿Qué hay de cierto en lo que sugiere la información?

Bueno, tal parece que la continua rendición de cuenta que los gerentes vienen presentando ante el Concejo (en diciembre, en enero y ahora en abril), no pasa de ser un formalismo que solo sirve para completar el número de sesiones requeridas por un municipio de categoría 2.

Pero que eso sea algún tipo de control político, función propia del  Concejo, no parece.

El mismo día del informe del Gerente al Concejo, una importante líder comunal denunciaba el incumplimiento de los profesores de la Casa de la Cultura con los niños y niñas que reciben clases en la Ciudadela Cultural, que dejan allí “botados” en los salones hasta por horas sin que aparezca el profesor de turno.

No son chismes las denuncias de El Satélite como usualmente se suele descalificar todo lo que publica este “periodicucho”, como le dicen algunos. Pero como le decía El Quijote a su lugarteniente… “Ladran perros, luego cabalgamos, Sancho.

Tenemos un documento- denuncia de fuente muy confidencial en donde se revela que todo este despelote de la Casa de la Cultura fue tratado oportunamente en presencia de los concejales Uriel Pardo (cuando era presidente del Concejo) y Johnny Pérez y, nada hicieron, nada dijeron y, por el contrario, las cosas se agravaron para quienes se atrevieron a denunciar las irregularidades.

El propio Gerente reunió a finales del 2012 a los quejosos y les notificó que él apoyaba todo lo que ellos consideraban que estaba mal hecho “pasara lo que pasara”. Acto seguido, dice la denuncia que El Satélite tiene por escrito, llegó el hermano del alcalde y los remató diciéndoles que al que no le gustara que se fuera, y que de ahí en adelante, él se iba a poner a cargo del asunto porque él “no se la iba a dejar montar de nadie, y que si el alcalde no estaba él estaba para sumir esa función y detectar a los inconformes para sacarlos y no permitir que dañaran la imagen de la administración. Eso nos dejo atónitos”…

-

Fin de folio: tapen- tapen y callen- callen que el que tapa, algo esconde y el que calla otorga.