TRANSGÉNICOS A LA CARTA

Hoy en día, se estima que el 70% de los alimentos producidos contienen al menos un ingrediente que ha sido modificado genéticamente. Uno de los alimentos básicos en nuestra pirámide nutricional es la leche. 

Fuente/Sabías que.net

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Lo que posiblemente ignoremos es que la mayoría de la producción mundial de leche es transgénica. Los bovinos son inyectados con una hormona de crecimiento llamada rBGH, que es propiedad de la compañía Monsanto y que les hace producir hasta el doble de leche.
La hormona rBGH es una de las principales preocupaciones por parte de los críticos ya que existe una correlación bastante establecida entre sus efectos y el desarrollo y crecimiento de cáncer de mama, próstata y colon. En la actualidad, cada día son más las personas que se han vuelto intolerantes a este alimento, principalmente los celíacos (diarrea blanquecina).
El trigo también ha sido modificado genéticamente para hacerlo resistente a las sequías, las plagas e insectos. La soja y el maíz son alimentos sobre los cuales más se ha trabajado genéticamente produciendo mutaciones resistentes a casi todo. Vegetales resistentes a las plagas, tomates que no se pudren tan rápidamente, semillas de arroz enriquecidas con vitaminas, carne de animales y aves modificados genéticamente y huevos con aditivos, son solo algunos ejemplos de alimentos transgénicos que consumimos diariamente.
Las grandes corporaciones aseguran que es necesario este tipo de manipulaciones genéticas en los alimentos para poder producir la cantidad necesaria que demanda el mundo, a menor costo. Pero los ecologistas plantean que los alimentos transgénicos no han sido debidamente identificados y manejados, y abogan porque estos alimentos sean etiquetados como tales.
Historia
Los alimentos transgénicos (modificados genéticamente) surgieron a mediados de la década de 1990 y fueron tan rápidamente adoptados por los productores que, seguramente a todos nos pasado que al ir a un gran almacén notamos frutas y verduras que parecen sacadas de una película o un anuncio de publicidad.
¿Son estos productos mejores?
Hay indicios serios de que estos alimentos transgénicos, cuando son procesados y consumidos tienen “efectos colaterales” sobre nuestro organismo.
De todas maneras, el consenso científico en la actualidad es que los alimentos transgénicos en el mercado no poseen mayores riesgos para la salud que los alimentos tradicionales y, además, no se ha documentado ningún caso de enfermedad producida por este tipo de alimentos.
Otros grupos ecologistas, en cambio, cuestionan la objetividad de la mayoría de los estudios en el tema y consideran que deben ser distinguidos en los supermercados con la sigla OGM (organismos genéticamente modificados) a lo cual se oponen los laboratorios dedicados a la manipulación científica con Monsanto a la cabeza.
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