JAIME LUSTGARTEN

¿Sabe usted qué propuestas tienen los distintos candidatos al senado y cámara?

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Me he tomado la libertad de averiguar los slogans de algunos políticos que están en la contienda electoral para poder decirle a los electores  que los conozcan bien primero y realmente sepan  lo que plantean y buscan algunos de ellos antes de uno ir a sufragar.

Me dejó boquiabierto por ejemplo uno de los candidatos por el departamento del Atlántico, actual senador de la república, cuya publicidad dice: Primero la familia. Suena bien, pero que hay de fondo.

Pensé: será primero la familia,  pero la de ellos.  No pierden la oportunidad de colocar a sus parientes y allegados en los mejores puestos burocráticos o por elección,  y usan todo su poder para ganar para sus familiares los mejores contratos de obras públicas,  y si alguno pregunta responden sin vacilaciones que para eso es la política.

Y desde luego por ahí anda el chisme que algunos hasta a sus queridas o amantes las tienen en sus listas a corporaciones públicas.

La política es el arte de gobernar, decían en épocas que añoramos pues desaparecieron para siempre. Hoy hasta los más pobres prefieren exigir así sea un billete de a $50.000 para ir a las urnas. Hay familias que se unen para vender los votos y  así consiguen varios millones de pesos.

Uno se pregunta si este fenómeno es general y pienso que sí; la pobreza es tan grande en Colombia  como la ignorancia y la falta de valores. Muchos en los estratos altos hacen lo mismo, buscando un puesto de trabajo o ayuda para un contrato por servicios. Algunos se conforman con becas o medias becas, otros con mercancías o pagos en  especie, desde mercaditos, colchonetas, tejas o botellas de ron.  Y se ha sabido de colegios que piden votos a los padres de familia para que algún candidato les regale computadores para sus pequeños.

En síntesis, la política ha convertido el voto en una mercancía que se cotiza en todos los municipios y regiones.  ¿Me preguntó si quienes hacen las leyes en este país permiten este comercio ilegal y corrupto, que se puede esperar del resto de la sociedad? Por eso dicen que el ladrón lo elije a uno para robarle, pero uno elije a los políticos para que le roben al estado y luego a uno,  y por consiguiente este círculo vicioso no termina nunca.

Resulta que los mejores sueldos y prestaciones sociales  son para los padres de la patria,  así no los merezcan.   Uno entonces se pregunta si vale la pena votar, y comprende la razón de tanta abstención.  Pero en cambio les propongo que si no ven alguien que de verdad les agrade voten entonces en blanco.

Como ciudadano me interesa saber lo que piensan los candidatos y conocer sus propuestas o programas. Uno de tantos candidatos pregunta con su publicidad: ¿Adivine quien ha matado más policías?   Pero pocos  proponen algo interesante y viable que hacer para evitar que estos  delitos se cometan, o para repensar el país en el sentido de que tengamos una mayor y mejor seguridad social, jurídica, y económica.

Resulta muy fácil criticar al gobierno y sus desaciertos, o hablar mal de los contendores políticos. Como simple ciudadano reprendo duramente el sistema y al gobierno,  pero de los candidatos  a corporación públicas uno espera más, y una mayor y mejor información que nos ayude a decidirnos por quién votar.

He visto candidatos que solo publicitan los números de sus casillas en el tarjetón, y dan la impresión que uno estuviera es comprando la baloto o lotería, y no en algo tan serio como se supone que es una elección en una democracia.

He quedado atónito con mensajes tan vacios como el de un candidato que dice: Va pa esa.  Vaya usted a saber que quiere decir con eso.