SI RASURAN AL VECINO...

La discusión del POT (Plan de Ordenamiento Territorial) en Bogotá, debiera ayudar a los municipios vecinos a emprender discusiones similares, guardadas las debidas proporciones.

Por ejemplo, sobre el denominado “centro ampliado”, dirigido a contener y cambiar la tendencia de la expansión horizontal de la ciudad por un crecimiento más vertical, los municipios vecinos tienen mucho que reflexionar.

Es fácilmente imaginable que Bogotá, en algún instante de su vida, fue como Sopó, Tocancipá o Gachancipá, o como cualquier otro de los municipios de la Sabana, que emprendió un crecimiento horizontal, hasta los confines de su jurisdicción, atendiendo más los fines de lucro particular que el interés general de satisfacer la demanda de vivienda a la comunidad. Y ahora que trata de dar reversa, parece en punto de no retorno, por muchos factores políticos, económicos, sociales y ambientales, cada uno de los cuales daría para grande y amplia discusión.

No pasaría lo mismo en los municipios que hemos citado, aunque obviamente chocaría con intereses particulares parecidos a los que en su momento dominaron la discusión en Bogotá…

Pero estamos a tiempo. Mírese desde lo alto el centro de cualquiera de estos municipios y verá que son grandes solares con fachada a la calle, algunos, porque en los más de los casos, los lotes urbanos de “engorde” se exponen al aire libre o, simplemente tapados con latas, tablas o plásticos.

En el puro centro de estos municipios, alrededor de su parque principal, los lotes de engorde son tantos, o más, que las mismas construcciones. Y lo que se ve, es el emprendimiento de urbanizaciones más allá del casco urbano con toda la carga de servicios públicos que esto demanda; servicios que a su vez, ni siquiera se han podido prestar de manera eficiente a la parte urbana ya desarrollada.

Y esto del debate sobre la vivienda que se ha generado en torno al POT de Bogotá, no es sino un punto. Otro sería el jurídico que, en estos municipios de la Sabana, parece “pasado por la faja” en las distintas administraciones, especialmente las inmediatamente anteriores cuando, bajo la propuesta de un ajuste al POT,  lo que se expidieron fueron nuevos POT que cambiaron el uso sustancial y tradicional del suelo.

También en estos municipios se discute actualmente el nuevo ordenamiento territorial que los mandatarios de turno quieren darle a los municipios. Salvo unos cuantos iniciados en el tema, todo el mundo encuentra dificultad en la comprensión y discusión de las propuestas o no le “paran bolas” al líder comunal que, basado más en conocimientos empíricos que teóricos, intenta oponerse a las eruditas propuestas de los consultores contratados.

En síntesis, lo que debiera considerarse en el campo habitacional de estos municipios sería la manera de terminar de poblar el caso urbano, antes de emprender el viaje hacia la periferia como, y por ejemplo, empezó a hacerlo Tocancipá con nefastos resultados que ya despuntan y avizoran  un gran problema social en pocos años.