RICARDO PRIETO

RENDICIÓN DE CUENTAS

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Por fortuna para los colombianos, la Constitución de 1991 introdujo una herramienta valiosísima que se convirtió en el bastión de la  participación ciudadana, como es la rendición pública de cuentas. El ejercicio no debe reducirse a un simple acto público y publicitario en el cual el gobernante de turno trata de convencer por todos los medios al ciudadano que todo va bien, sin facilitar el diálogo libre y suficientemente, de manera que se logre  permear todo el proceso de la gestión pública municipal que, a su vez, requiere de una planeación por resultados suficientemente precisa.

Para entrar en materia, debemos tener en cuenta que el acceso a la información pública es un derecho de los ciudadanos, y brindarla, es una obligación del Estado.

La información, así concebida, tiene que ser tan clara y precisa que la comunidad sea capaz de evaluar la transparencia, eficacia, eficiencia, imparcialidad, responsabilidad, confianza y eficacia  en aspectos tan importantes como el cumplimiento del Plan de Desarrollo, sus avances en los programas, subprogramas y proyectos formulados, identificando los recursos, indicadores, metas,  beneficiarios, población y territorio; estado de las finanzas del municipio, procedencia de los recursos, ejecución de los ingresos, gastos de funcionamiento, inversión y deuda del municipio; resultados de la gestión, logros obtenidos y dificultades.

Además, es necesario que la comunidad sepa con qué personal, dependencias, vehículos, lotes, edificios, escenarios deportivos, centros educativos y hospitalarios cuenta la Administración para adelantar sus competencias; el uso de los recursos, por ejemplo, si los $100 millones que recibió el municipio para afiliar a 500 personas al régimen subsidiado se invirtieron efectivamente en las 500 personas más pobres del municipio; saber si se utilizaron eficientemente los recursos, si se atendió el máximo número de alumnos con las aulas, profesores y dineros disponibles, o si se minimizaron los costos para su atención…

Lo mismo en los programas de salud, sí se logró la cobertura proyectada, sí se disminuyeron los índices de morbilidad y mortalidad, sí se implementaron los programas necesarios de promoción y prevención de la enfermedad, la calidad en los servicios que se prestan en el centro de salud etc.

Los ciudadanos deben saber también si sus gobernantes están cumpliendo con lo que establecen las normas, ejemplo, si la ley dice que un porcentaje de los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP) debe destinarse a educación, que efectivamente se inviertan en el sector e igualmente tener información sobre el desempeño administrativo y financiero en aspectos relacionados con la contratación,  procesos de ejecución contractual, gestión del recurso humano, estructura organizativa del municipio, la planta de personal y de contratistas, etc.

Así mismo mostrar los movimientos en la planta de personal, aspectos disciplinarios, cuántas investigaciones, a qué funcionarios, en qué etapa se encuentran; suministrársele información no solo sobre los logros sino los inconvenientes que se presentaron en la Administración. De igual manera es importante dar a conocer los proyectos, programas y metas para la siguiente vigencia.