¿QUÉ SERÁ LO QUE QUIERE EL POST?

“Hay cosas que por lo sabido se callan” dice un viejo adagio al que pudiera agregársele algo así como… “y por callarlas se olvidan”.

¿Para qué salió el Washington Post a decir que con la ayuda de la CIA Colombia ha dado los más duros golpes a las Farc, mencionando concretamente ese delicado episodio del bombardeo a Ecuador en que murió el célebre Raúl Reyes, segundo a bordo en la nave guerrillera?

Si eso es verdad sabida, la noticia del acreditado medio estadounidense tiene una intención más que periodística.

El Washington Post, como todos los medios de comunicación social (grandes, medianos y pequeños) sirven, por lo general, con conocimiento de causa o sin ella, de “idiotas útiles”, a través de los cuales se filtran noticias a ver qué pasa.

Filtrar en un medio tan prestigioso a nivel mundial la noticia de que la CIA es el cerebro de la lucha del Estado colombiano contra las FARC, en momentos en que ese grupo armado se halla “en la mejor predisposición” –eso dicen—de suscribir un tratado de paz con el gobierno del presidente Santos, es exasperar los ánimos a ver si las conversaciones se rompen: así de sencillo.

No se necesita ser asiduo lector del Washington Post, ni conocer sus accionistas u orientación ideológica para colegir que en el “aquí y ahora” la noticia fue filtrada por esa gente de la que se dice que no quiere la paz porque no le conviene a sus protervos intereses políticos, económicos y sociales.

El presidente Correa de Ecuador, los llamó “extrema derecha” y sostuvo que es capaz de todo.

¿Qué todo?: como, por ejemplo, eso de haber sido ayer el cerebro en Colombia de ese ataque a Ecuador en connivencia con la CIA y ser hoy el nuevo mejor amigo de Correa.

Esa extrema derecha es capaz de todo... ¡Sí señor! Sobre todo cuando el portaestandarte de la causa es un pragmático gobernante de marrullerías conocido.

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Fin de folio/ Detrás de todo gran periodista hay una “Garganta Profunda” que lo amamanta como Luperca a Rómulo y Remo.