QUE SEA LO QUE DIOS QUIERA...
Señor fiscal, por favor:
Muchas personas en Barranquilla hemos venimos observando grandes problemas de corrupción y un manejo perverso en la política local. Sin embargo, también hemos creído en la necesidad de que sea la justicia la que defina culpables, procedimientos, vínculos inadecuados entre la actividad privada y el Estado. Por ello, a pocos sorprendió su anuncio sobre las graves denuncias que usted tiene preparadas sobre delitos electorales cometidos por reconocidos grupos políticos en las últimas elecciones. Pero nos ha llenado de preocupación, la noticia de que solo después de la segunda vuelta le presentará al país los resultados. Su argumento sin duda es válido, no quiere que esas denuncias interfieran con las votaciones de la segunda vuelta presidencial.
La verdad es que lo que sería importante es precisamente lo que usted quiere evitar. Lo que produciría un verdadero impacto positivo sería conocer antes de la elección definitiva del presidente de la República, esas prácticas perversas cuyas pruebas ya están en manos de la Fiscalía, que hacen de las elecciones en Barranquilla y en el departamento del Atlántico un verdadero foco de actos nauseabundos. Si usted cree que el solo anuncio de próximos culpables y de severas acciones para quienes cometen actos fraudulentos contra la democracia colombiana, es suficiente para evitar que estas se reproduzcan en las votaciones presidenciales, conociendo la forma como funciona la maquinaria política, usted y de paso la Fiscalía, pueden pecar de ingenuos.
Por el contrario, hacer efectivas esas denuncias en este momento sería la forma de garantizar que esos esquemas de compra de votos, de sustitución de jueces, de obligar a empleados de empresas a votar de determinada forma, por lo menos se frenen en alguna medida. Han venido desde hace tanto tiempo esos delitos que siempre han quedado impunes, así que destruirlos no es nada fácil porque ellos si son una prueba de resiliencia, término ahora tan de moda.
Por todo lo anterior, pero precisamente por el buen nombre de esta parte del país, pero particularmente por la imperiosa necesidad de volver a encauzar esta dolida democracia costeña, muestre ya señor Fiscal esas pruebas contundentes que usted ha anunciado. Le haría usted un favor histórico no solo a Barranquilla, al departamento del Atlántico y a toda la Región Caribe que sufre de males similares, sino también al resto de esta sociedad colombiana. No se puede seguir llamando democracia a un sistema político donde el poder y los recursos del Estado están en manos de unos pocos cuando la sociedad colombiana requiere reducir las inmensas desigualdades que afectan a millones de colombianos. Además, es bueno recordarle, que precisamente es la Región Caribe, llena de recursos naturales, de gente trabajadora y valiosa, la que registra los peores indicadores de rezago social. Sin duda, la forma perversa de ejercer el poder político en esta parte del país, y la corrupción, tienen mucho que ver con esta situación.
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CORRUPCIÓN "NAUSEABUNDA"