QUE NO CUNDA EL PÁNICO
La Misión de Observación Electoral (MOE), una organización de la sociedad civil nacida en el 2006 con el fin de ir levantando un mapa electoral del país en el que se pudiera medir con alto grado de fidelidad el riesgo electoral de cada uno de los municipios colombianos, tiene a Tocancipá en “alto riesgo” y al vecino Gachancipá en “mediano riesgo”.
Estamos a solo un mes de las elecciones de Congreso y a tres de las presidenciales, lo que quiere decir que ya debieran haberse dado por notificadas las autoridades respectivas de estos municipios sobre la seriedad y gravedad del asunto.
La primera autoridad política de un municipio es el alcalde. Hasta donde se sabe ni Carlos Julio Rozo en Tocancipá ni Nicolás Gómez en Gachancipá, han dicho “esta boca es mía”.
La segunda autoridad política son los concejos municipales. Podría apostarse con testimonio de cintas de grabación de las sesiones a la mano, que ni como corporación ni individualmente el tema electoral que se avecina se ha tocado en este punto específico del alto y mediano riesgo que se corre, y del cual, El Satélite ha venido dando cuenta en otras oportunidades.
En materia electoral, quedan en orden de importancia los registradores municipales… Tampoco en estos casos en que estos municipios aparecen en mediano y alto riesgo electoral, se han pronunciado públicamente los registradores.
La siguiente autoridad en línea, y en representación natural de la ciudadanía, son los personeros que de oficio, simplemente, debieran darse por notificados de esta alarma temprana que se extiende sobre los mencionados municipios… Sobra decir que nada se les ha oído decir al respecto, a no ser que consideren que cosas como estas no se deben conocer públicamente.
Pero ni estas autoridades se han pronunciado ni tampoco nadie les ha pedido cuentas, como por ejemplo los partidos políticos o esos prematuros candidatos a las elecciones locales del 2015. Como quien dice, parece que a nadie importa que de cara a las elecciones parlamentarias de este 9 de marzo o presidenciales del 25 de mayo, en estos municipios se esté insinuando un fraude electoral.
La investigación de la MOE no es algo así como traído de los cabellos, si es que por pensar esto no se le está prestando la debida atención. Las conclusiones a las que llega son el resultado de un trabajo en equipo entre 4 universidades, a saber: los Andes, Externado, Universidad Nacional, Rosario y Jorge Tadeo Lozano; 6 organizaciones de la sociedad civil: La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES); PAZ y RECONCILIACIÓN, La Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP); Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), DEJUSTICIA y la MOE y, por si faltara algo, cuentan con el auspicio de las embajadas de Gran Bretaña y Suecia, y de las agencias de cooperación de España (AECID); de Estados Unidos (USAID) y la Konrad Adenauer (Stiftung –KAS de Alemania).
Ahí están, esos son...
Ya lo dijo hace años el viejo bambuco de Garzón y Collazos: … “Ahí están, esos son, los que venden la nación”. ¿Quiénes son?
La MOE dice:
El riesgo indicativo de fraude electoral sigue en aumento. El número de municipios en alto riesgo aumentó en el 532% entre las elecciones del 2010 a estas del 2014.
Y atérrese el que pueda: “Los grupos armados y las bandas criminales no son los principales generadores de riesgo”, reza el informe y agrega: “… de hecho, son los políticos los que en el territorio están generando la mayor cantidad de riesgos a través del fraude electoral”.
Y aquí, como en el pasaje bíblico, “El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”…
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Si requiere mayor información, siga esta enlace que le proporciona El Satélite:
