Nota de la redacción: Concluido el debate político de la paz que le ha reportado al presidente Santos la reelección,  el analista Juan Pablo Hernández M., nos invita a pensar en esas otras cosas que quedaron pendientes en el debate presidencial

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La pelea es por la pluma

Juan Pablo Fernández M.

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Entre 2015-2018 el presupuesto público ascenderá a unos $980 billones, cerca de 500 mil millones de dólares. Monto donde no están los presupuestos de empresas como Ecopetrol y EPM, que con activos valorados en $154 billones para el cuatrienio gastarán mínimo $250 y $50 billones cada una (https://bit.ly/1hHdLQb y https://bit.ly/1hQwhFo). Tampoco están los gastos de entes territoriales, electrificadoras, BanRepública, cámaras de comercio, etc., entidades en donde por la organización político administrativa del país, el Presidente como Jefe del Estado tiene influencia determinante. El botín no es pequeño. El Artículo 334 de la Constitución establece que la “dirección general de la economía” está a cargo del Estado, el cual interviene “en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados.”

Detrás del gasto público y de la política económica están contratistas, empresarios, avivatos, funcionarios, etc., amigos de uno u otro candidato o de ambos. Hay unos que, sin importar de qué lado caiga la moneda, siempre ganan. Grupo donde están las multinacionales y los bancos. En 2005, por ejemplo, Uribe intentó darle Telecom a Carlos Slim. El escándalo no lo dejó (https://bit.ly/1plpR42). Después, en 2006, Telefónica-Movistar se hizo al control de la estatal por US $369 millones (https://bit.ly/1l2j3q3), cuando lo comprado valía unos US $1.500 millones. En 2011 Santos hizo aprobar en el Congreso una ley para girarle a Telefónica $3,5 billones (1.900 millones de dólares) a cambio de nada (https://bit.ly/1n6D7on). Mientras esta historia pasaba, Comcel (Claro), propiedad de Slim, consolidó un poder de mercado en la telefonía móvil que a los usuarios, la vaca lechera de la historia, en solo 2011 les costó 2.565 millones de dólares. (https://bit.ly/1ip6aRo)

Las multinacionales mineras y petroleras también han recibido obsequios. Con un concepto de la Dian de 2005, de dudoso rigor jurídico, las mineras, en especial trasnacionales (Drummond, BHP Billiton, Cerrejón y Anglogold), entre 2005-2012 no pagaron US $1.403 millones del impuesto a la renta. La exención, que solo debería recibir Ecopetrol por su carácter estatal, también les llega a compañías privadas como Pacific Rubiales, las cuales, entre 2005-2013 se han ahorrado más US $3.000 millones.

En el caso de los bancos y sus dueños los números lo dicen todo. A Luis Carlos Sarmiento Angulo, dueño del Grupo Aval y hombre más rico de Colombia (https://onforb.es/1cpel2t), en la era Santos su riqueza le ha crecido en 186%, de $5.500 a $16 mil millones de dólares. (https://onforb.es/1hQ0FQU) Los gobiernos de Uribe y el de Santos han sido reticentes a gravar los dividendos en sus reformas tributarias. Entre 2007-2010 los bancos ganaron, en pesos reales, $73 billones. Promedio anual $18 billones. Entre 2011-2013, $58 billones. Promedio 19 billones. No en vano la vocera de los bancos ha halagado con entusiasmo lo hecho por los Presidentes de los últimos doce años (https://bit.ly/1udPnWu y https://bit.ly/1oZsWD9).

Al próximo gobierno se le avecinan cinco decisiones, que entre muchas otras implican varios billones de pesos: Reforma a la salud, reforma pensional, reforma a la justicia, reforma tributaria y finalización de adjudicación de las concesiones viales 4G. Mucha plata en juego. El gasto anual en salud es $45,5 billones. La reforma definirá cómo los usuarios acceden a los servicios y cómo las EPS (a las que ninguno de los dos candidatos se opone) los manejarán. También está en debate cuánto de esa renta capturarán los laboratorios farmacéuticos y si sí se remunerará bien a hospitales y clínicas y al personal de la salud. En pensiones, en su última visita el FMI planteó una nueva reforma, donde se definirán la edad de jubilación, las semanas a cotizar, el monto de la cotización y la forma de administrar los $154 billones consignados en los fondos de pensiones.

Por el lado de la Justicia, más allá de los pleitos en las Altas Cortes y la forma cómo se juzga a los aforados, está el derecho al acceso a ella y los tiempos y formas de los procesos. Al año se atienden dos millones de procesos (https://bit.ly/1lLqu53), donde en asuntos laborales y de vivienda grandes empresas y bancos tienen interés en que lo procedimental los favorezca. También están en discusión el hacinamiento carcelario (https://bit.ly/1hOHu9K) y las reformas legales que castigan la violación de derechos de propiedad intelectual de las multinacionales, como por ejemplo, la fallida Ley Lleras.

La reforma tributaria y las vías 4G también integran el paquete. $20 billones necesita el gobierno. ¿Quiénes van a ser los paganani? Hará parte del debate otra vez la tasa del impuesto a la renta (que Santos bajó), la forma cómo se liquida y si los dividendos seguirán exentos. El IVA seguramente aumentará para varios productos. Y en casos como el de las bebidas con alto contenido de azúcar, la OMS propone que se les graven con mayor fuerza. Todo el lobby de grandes empresas y de las personas más ricas de Colombia se moverá para que las mayores cargas fiscales pesen menos sobre ellos y más sobre quienes no integren su círculo. En las vías 4G se gastarán $47 billones. ¿Qué contratistas se quedarán con el negocio? ¿Nacionales o extranjeros? Cuánto será la rentabilidad final del negocio, que según cálculos del gobierno es 18% (https://bit.ly/1kOCmSq), determinante fundamental del valor del peaje a pagar por parte de los usuarios.

Existen otros temas como la reversión del contrato de asociación con Pacific Rubiales. De Campo Rubiales-Pirirí se extraen 200 mil barriles de petróleo al día, 21% de la producción nacional. También están los TLC, el cargo fijo en las tarifas de energía eléctrica y un largo etc. Este es el trasfondo del enfrentamiento electoral entre Santos y Zuluaga. La pelea es por la pluma.