OTROS, PERO CON LAS MISMAS (2)

 

La derecha en Colombia: más fuerte que nunca

Todos los fantasmas son fruto de la imaginación. Pero aquí, el fantasma del comunismo, parece real, y mete miedo

 
-
Por: Octavio Quintero
Los senadores de la derecha (azules)  suman 81, lo que sobre 107, arroja un dominio en la cámara alta del 75,7%. ¿Qué podrían hacer contra estos los 14 senadores de la izquierda (rojos) del Polo, Farc y Decencia? Y ni siquiera si se lograra el concurso (un tanto probable) de los 10 senadores de la alianza Verde y de los 2 indígenas, cuya suma daría 26, es decir, el 24,3% de la fuerza legislativa.
 
Cierto es que los asuntos tributarios tienen constitucionalmente que iniciarse en la Cámara de Representantes… Pero es que aquí tampoco hay esperanza porque, inclusive, las fuerzas políticas de derecha son superiores al Senado: 150 representantes que vienen a ser el 87,7% de la Cámara Baja. Y frente a ellos, no habría nada qué hacer por los 21 representantes, el 12,3%, que restan.
 
Otros, pero con las mismas
 
Nada más más parecido a una contundente derrota de las fuerzas de izquierda que este resultado. Lanzadas bajo la consigna pregonada por el senador, Jorge Enrique Robledo (Polo) de romper el círculo vicioso de “los mismos con las mismas”, ni siquiera lograron aumentar su fuerza legislativa, y, más bien, perdieron impulso.
 
En Colombia, refiriéndose a las elecciones de Congreso, los medios acostumbran utilizar el verbo “renovar”. Nada más equivocado. Los pocos senadores y representantes nuevos que llegan cada cuatro años al poder legislativo, son “otros, pero con las mismas”, como se dijo aquí en reciente editorial (ver al final).
 
Nada cambiará en el país, socioeconómicamente hablando, sino se cambia el modelo económico neoliberal, súmmum de todas las desgracias que han caído sobre las capas medias y bajas en los últimos 30 años, como la misma tributación regresiva, pero también, el desempleo y la precarización laboral; la privatización de la salud, la educación de élite, la feria del patrimonio público traspasado a la empresa privada a precios de gallina vieja; la destrucción del aparato productivo nacional –urbano y rural—en aras de los acuerdos comerciales; el recorte de las inversiones sociales en aras del balance fiscal, y ene mil desgracias más.
 
Aplausos de los amos
 
Una prueba de que lo anterior no es retórica de “mamertos trasnochados”, es el análisis que acaba de hacer, con respecto a las elecciones de Congreso, la calificadora de riesgos, Fitch, una de tantas instituciones que forman parte de ese directorio mundial que gobierna al mundo neoliberal por encima de sus propios poderes democráticos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
 
La calificadora mencionada opina que (…) “el dominio de los partidos de centro y centro-derecha en el Congreso, elegido por los colombianos el pasado domingo, contribuirá a mantener una política económica efectiva en el país”.
 
El término “política efectiva” debemos entenderlo como la favorabilidad de que gozan los intereses particulares sobre el interés general, o como el aseguramiento de la teoría neoliberal del “derrame” que sostiene  que, palabra más – palabra menos, el crecimiento económico del país algún día llenará la tasa de los ricos, dejando derramar hacia los sectores de menores ingresos parte de la riqueza nacional.
--
 
Fin de folio.- Por ahí pillaron a una senadora electa por la Costa Caribe comprando votos, y la tienen convertida en “chivo expiatorio” de la compra de votos que hace la mayoría de parlamentarios en Colombia.
--
Enlaces relacionados:
 
 

 

 

Director RED-GES
 
No es mucha la esperanza, mejor dicho, no hay esperanzas de que las cargas fiscales que pesan sobre los hombros de las clases medias y bajas en Colombia, cambien en el próximo gobierno, sea quien sea: la composición del nuevo Congreso, donde se desarrollan estos asuntos tributarios, quedó conformado por una derecha apabullante, y vean: