De perdón en perdón hasta la paz final

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Mauricio Rivadeneira es un físico-matemático que ejerce frecuentemente sustanciales críticas al contenido de El Satélite. Leyendo el editorial “Sí se puede”, en el que se propone seguir el camino de la reconciliación nacional emprendido por importantes empresas mientras nosotros seguimos en el campo de Batalla, Rivadeneira nos escribe y dicre:

De acuerdo:  

Si queremos paz, pidámosle perdón a las FARC. También perdonemos a las FARC y también perdonémonos a nosotros mismos. Así de fácil.

¿Pero, tiene esto sentido? ¿Se pueden imaginar al uribito que llevamos dentro pidiéndole perdón a las Farc? Por supuesto que no. Pero veamos la cosa desde otra perspectiva:

Todos los maestros nos hablan de la reencarnación. Y los que no creen en estas cosas son científicos que nos dicen que todas las experiencias de nuestros ancestros están en nuestros genes, como si nosotros hubiéramos experimentado todas las situaciones de la vida. Luego es lo mismo. Así que recordemos nuestras vidas pasadas, o si no, nuestra historia.

Aldeas masacradas por invasores, bestias furibundas que llegaban y violaban y mataban a los aldeanos. Una y otra vez. Si lo vemos en diferentes vidas, una vez matábamos y otra nos mataban. Matamos/nos mataron, matamos/nos mataron, y así sucesivamente…

Al que le violan y le matan su familia, se reciente a tal punto que termina igualmente matando a los demás, por miedo quizás, pues todo el que se le acerca lo previene no vaya y repita la acción. Y así de vida en vida.

¿Cómo se podría detener esa cadena de violencia, miedos y muertes permanentes? Evidentemente pidiéndole perdón a quien nos va a matar o nos ha estado matando, porque fue a quien antes la humanidad o nosotros mismos agredimos. Si al pedirles perdón logramos que efectivamente nos perdonen, de seguro no nos volverán a matar. Pero entonces es claro que también debemos perdonarlos. Si los perdonamos no los volveremos a matar.

Y como también nosotros hemos sido bárbaros, y tenga por seguro que así fue, no mas dese una mirada a su propio lado oscuro, veremos que tenemos en nuestro interior muchas cosas horribles. No nos maltratemos a nosotros mismos. Perdonémonos también a nosotros mismos.

Eso dicen los maestros. El perdón nos traerá la paz en el alma: “Mi paz os dejo, la paz os doy”, dijo el maestro, indicándonos que la paz es asunto del corazón propio. La paz está en nuestro propio corazón. Si queremos realmente la paz, debemos pedir perdón, perdonar y perdonarnos. Esa es la cuestión. Ser o no ser.

Otra opinión

También sobre este mismo editorial, la excandidata a la Alcaldía de Tocancipá, Doris Vega, dice:

SI SE PUEDE… Qué buen artículo. Reconforta el alma, y ahora que continua el proceso de PAZ,  los ciudadanos tenemos que entender  dos cosas importantes:

1. El gobierno debe solucionar el conflicto armado no solo con las FARC sino con todos los grupos al margen de la Ley.

2. La Paz la hacemos todos.

3. Este grupo de empresarios son un ejemplo de Paz y seguramente en nuestro país habrá muchos como ellos.

¡ESO SI ES ORGULLO COLOMBIANO!

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