NO ME CUADRAN LAS CUENTAS

NO ME CUADRAN LAS CUENTAS

Sobre desempleo, la última medición del DANE certifica una cifra cerrada del 9,0% y resalta que es la más baja de los últimos 12 años. El manifiesto entusiasmo, tipo ´Show de las Estrellas´, se explica solo por el interés que tiene el presidente Santos de mejorar su imagen de cara a su reelección del año entrante.

Frente a las estadísticas del DANE, los expertos siempre han guardado prudente escepticismo, y los demás, es decir la gente en general, no las cree.

Las cifras que más cuestiona la gente son las de inflación y desempleo: la primera porque mete en una misma canasta todos los productos y saca una cifra que puede ser cierta, pero que no se compadece con alzas registradas en productos populares (alimentos, por ejemplo), que afectan muy fuertemente a la gente de menores recursos.

Así, por ejemplo, cuando la inflación promedio es, por decir algo, del 3 por ciento, la de alimentos puede ser del 10 o  más, y resulta evidente que no es lo mismo el impacto de una bolsa de leche sobre un salario mínimo que sobre un  sueldo de tres millones mensuales, o más, que es lo que, en las circunstancias actuales, debiera considerarse decente per cápita.

Cuando los técnicos ponen el ojo sobre el desempleo, encuentran que en efecto pudo haber bajado, pero solo porque se incrementó el empleo informal, que no se puede admitir como solución de continuidad del desempleo.

Y resulta menos creíble si se observa que la generación de empleo en sectores muy importantes en ese campo como la industria, la construcción y agropecuario, ha venido cayendo en los últimos meses.

Que la gente no crea en las cifras del DANE, vaya y venga; pero que se incremente el escepticismo entre los técnicos, resulta sospechoso porque el cuestionamiento ya no es perceptivo o impulsivo sino analítico, y ello implicaría una muy seria acusación, ya no a priori, de que el DANE está siendo presionado a manipular las cifras de inflación y desempleo.

Solo el sector oficial debe estar generando empleo precario, en el sentido de que lo puede estar haciendo a punta de OPS (Órdenes de Prestación de Servicios), prohibidos por la Corte Constitucional que, además, son de baja remuneración y a término fijo, es decir, y para ser sinceros, mientras pasan las elecciones.