¡NO HAY DERECHO!

 

Un compasivo sudario sobre las delicadas acusaciones a priori que el fiscal general lanzó sobre la jueza 10ª  Penal, Teresita Barrera, han lanzado los medios de comunicación, intentando cubrir  la gravedad de tan irresponsable actitud.

Haber recibido con evidente arrogancia la decisión de la jueza de dejar libre al hacker de Zuluaga por debilidad de las pruebas de la Fiscalía, acusándola de “prevaricato”, es una inmensa herida abierta sobre la conducta toda de los jueces de la República que, a partir de este momento, quedan compelidos a acatar siempre los cargos de la Fiscalía contra los acusados sometidos a juicio, bajo el riesgo de entrar también al mundo de los cuestionados.

La protesta de los jueces contra el fiscal general, ha quedado como cola de noticia en todas las informaciones que se difundieron sobre la recaptura del hacker.

El Tiempo, por ejemplo, en la noticia de primera plana: “Fiscalía reveló grabaciones de Andrés Sepúlveda y sus socios”, remata una larga información de 757 palabras con estas 27 últimas:

(…) “Entre tanto, los jueces del país pidieron ayer al Fiscal “mesura” y dicen que la Fiscalía está presionando a la justicia y lesionando su independencia y autonomía”.

¿En qué país, que se precie de objetividad periodística, semejante acusación de los jueces a la Fiscalía no merece más que 27 palabras al final de otra información, por importante que sea?

Son las aguas sucias que corren bajo los puentes de nuestra “libertad de expresión” y del derecho a la información oportuna, veraz e imparcial que tenemos como precepto constitucional.

 

Por eso estamos como estamos y hemos llegado a donde hemos llegado, compelidos a seguir como estamos porque, como dice el docto vulgo, el remedio podría resultar peor que la enfermedad.