¡NO AL CARBÓN!

Una fuerte oposición cívica ha venido manifestando su rechazo al proyecto de nuevo POT de Barranquilla al considerar que “detrás de este se esconden los intereses dominantes de un pequeño grupo de inversionistas y personas cuyos intereses se alejan de los de la gran mayoría barranquillera y cívica”.

La gran preocupación es de tipo ambiental, ya que se considera que el nuevo POT abriría las puertas a la transformación de la capital del Atlántico en un gran puerto exportador de carbón.

El empresario y escritor, Jaime Lustgarten (colaborador de El Satélite -en la foto), junto con el historiador Jaime Colpas, encabezan la crítica al Plan, desde las ONG “Cívicos en Acción” y “Frente Amplio Cívico por el rescate de Barranquilla”.

Los dirigentes comunitarios de “La Arenosa” reunieron recientemente en un conversatorio a reconocidos arquitectos, urbanistas, historiadores y profesionales de la ciudad, en el cual se trataron temas transcendentales para la capital del Atlántico.

Entre los comentarios relevantes inquietan problemas como la desbordante densificación urbana que proyecta el POT, con edificios hasta de 50 pisos ubicados en sectores en donde ya la gente no puede ni salir de sus hogares por el caos y congestión vehicular.

Considera la comunidad que el creciente problema de la movilidad  se multiplicará geométricamente con la densificación de las construcciones incidiendo, además, en un eventual retroceso de zonas verdes, antejardines, patios arborizados y parques (hábitat de pájaros, iguanas y ardillas), ya que se incrementa la población y la cantidad de vehículos por kilómetro cuadrado y se talan árboles centenarios de la vieja Quilla con el englobamiento de casonas republicanas de conservación urbanística e histórica.

A las anteriores observaciones, el foro de expertos y asistentes en general, sumaron temas concomitantes como los servicios públicos, competitividad, administración pública, usos del suelo, etc.

No al carbón

Pero relieva entre estos temas el temor que existe y que crecerá cada día con los puertos exportadores de carbón localizados en la ribera occidental del Magdalena (irracionalmente autorizados por el POT), y mayores contaminantes del enrarecido ambiente, ya que lógicamente los vientos del mar y río los esparcirán por todos los barrios y comunas, cuyo problema se acelerará con las temporadas de vientos alisios en las épocas decembrinas hasta abril con el incremento del efecto de invernadero (Por eso en esta ciudad de cemento, escasean las lluvias y cuando cae un aguacero intenso los voraces arroyos se incrementan y devoran todo lo que a su paso encuentran).

“El tema ambiental nos genera mucha incertidumbre debido a que por la forma de administrar verticalmente la alcaldía floreciente puede por decreto imponer el POT”, dicen los dirigentes Lustgarten y Colpas en un documento suscrito por ambos al término del foro.

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Ver: NO al carbón, SÍ a la vida.