MUTACIÓN CAMUFLADA
La CGT de Colombia (Confederación General de Trabajadores), es más, en la actualidad, un movimiento de índole política que sindical. Y como tal, lo hace muy bien, si no fuera por el camuflaje que juega con los intereses de los trabajadores año tras año en una pantomima vergonzosa y falaz
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Octavio Quintero (Noviembre del 2014)
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Por denunciar este perfil político que se proyecta de manera “libre y soberana”, como dice el propio líder de la CGT, Julio Roberto Gómez, es por lo que en forma arrogante este mismo líder consigna en una declaración oficial, al cabo de una reunión con el Centro Democrático del expresidente Uribe:
… “Como quiera que algunas personas con mentes retorcidas pretenden confundir a la opinión pública, queremos manifestarles que pueden seguir destilando a través de las redes sociales todo el veneno y el odio que albergan; nosotros en la CGT continuaremos asumiendo el rol histórico que nos corresponde en defensa de la clase trabajadora, de los campesinos, de los raizales, de las comunidades negras y de los sectores más empobrecidos de nuestro país”.
Valdría la pena que la CGT le mostrara al país cifras que avalaran su lucha “en defensa de la clase trabajadora”. Por ejemplo: 1. ¿El incremento anual del salario mínimo ha ido recortando la concentración del ingreso en Colombia? 2. ¿Por qué año tras año se retiran de la mesa de negociación para permitir que el gobierno y los empresarios fijen el incremento del SM por decreto y luego vuelven a la mesa para proseguir la pantomima? 3. ¿Qué paso con las CTA (Cooperativas de Trabajo Asociado) y con las SAS (Sociedades Anónimas Simples) que ahí siguen burlándose de la legislación laboral sin que la CGT asuma una posición digna y de respeto gremial? 4. ¿Qué pasó con el acuerdo suscrito con los pensionados al final de la mesa de concertación en diciembre del 2013 para reducir sus aportes obligatorios a salud del 12 al 4 por ciento que la CGT no reclama su cumplimiento y ni siquiera apoya el reclamo de los pensionados? 5. ¿Por qué sigue creciendo la informalidad en Colombia y por qué los trabajadores ya ni sienten ganas de afiliarse a los sindicatos? 6. ¿Por qué se opone la CGT en Ginebra a que una comisión de verificación de la OIT venga a Colombia a revisar todos estos temas y otros que haría esta lista más larga?
Desde que el señor Gómez descubrió que para sus intereses personales y el de su círculo de amistades íntimas era más fructífero jugar a la política que luchar por los “zarrapastrosos” trabajadores, la CGT vive amacizada con políticos como Lucho Garzón, Gustavo Petro y Angelino Garzón que se aprovechan de las confusiones electorales como los pescadores en río revuelto, dejando atrás, lejos –muy lejos—la visión sindical que, me supongo, todavía adorna la declaración de principios de la flamante “Confederación General del Trabajo”.
Podría apostarse, sin mucho riesgo de perder, que las reuniones que ha emprendido con los distintos partidos políticos, iniciadas con el Centro Democrático, no van en busca de allanar un camino a mejores condiciones sociales y laborales de los trabajadores, sino a mejores condiciones políticas dentro de las cuales el exvicepresidente Angelino Garzón pueda volver a la palestra electoral de cara a la alcaldía de Bogotá.