HOY ES TU DÍA, MI DÍA, NUESTRO DÍA...

 

Hoy, 15 de marzo, es el Día Mundial del Consumidor, es decir, de todo el mundo porque, de alguna manera, todos los 7.000 millones de habitantes de este planeta, somos consumidores.

El 15 de marzo de 1962, el presidente Kennedy anunció los derechos de todos los consumidores, e invitó a convocar este día como el Día Mundial del Consumidor.

No fue sino hasta el 15 de marzo de 1983, más de veinte años después, cuando se celebró el primer día mundial del consumidor, que supone una llamada de atención, principalmente, a todas las empresas prestadoras de servicios públicos, dentro de los que se incluyen temas como la educación, los transportes y bancarios; pero también a todos los ciudadanos, sobre la idea de que sólo un consumo responsable es bueno, algo por lo que trabajan tanto las asociaciones de consumidores, como todos los organismos públicos de control y vigilancia en este campo.

El Día Mundial del Consumidor alcanzó estatus el 9 de abril de 1985, cuando la Asamblea General de la ONU adoptó las directrices de protección a los consumidores, elevando sus derechos a una posición de reconocimiento y legitimidad internacional.

¿Qué tanto se respetan los derechos del consumidor en Colombia? Poco o nada, podría responderse.

Hace años funciona por ahí una Confederación de Consumidores que se ha quedado en la pedagogía, usufructuando un envidiable espacio  en TV que tienen que asignarle todos los canales para decir unas cuantas verdades, a cambio de muchas boberías muchas boberías.

En Colombia, empresas como Codensa y últimamente las de telefonía celular, hacen con los consumidores (sus clientes), lo que les dala física gana, para decirlo así, de una manera tajante. Ni se diga de la calidad de los productos que se adquieren desde la tienda de la esquina de pueblo hasta las grandes extensiones, como se les dice a eso que conocemos más como supermercados.

Y no es que no hayan normas; quizás es por lo que hay demasiadas que ninguna se cumple. Todos los productos llegan con abundante literatura sobre su uso y su correspondiente documento de garantía. Pero vaya usted a que le atiendan un reclamo de calidad por garantía, para que vea con las que se topa… Y sin nadie que le pueda ayudar: ni el Chapulín Colorado, que podrían ser, para el caso, la Superintendencia de Servicios Públicos cuya página web (https://www.superservicios.gov.co/home/web/guest/inicio), ni siquiera se da por enterada de que mañana viernes, es el Día Mundial del Consumidor.

Y otro lunar, tan grande como un eclipse de sol, es el servicio que se presta a la sociedad desde otros consumos como el de justicia y ley, que también son públicos y esenciales, por demás. Vaya cualquier parroquiano a una personería municipal, para el caso la autoridad más visible en la garantía de sus derechos en este campo, para que vea qué tantas bolas le paran. Esto sí que se ha venido convirtiendo en un desastre colectivo.

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Fin de folio: Todo lo que no se alcanza, a pesar del  esfuerzo, termina por convertírsenos  en “uvas verdes”. Decidimos, entonces, echar a andar, con la frustración al  hombro,  antes que quedarse ahí, ladrándole a la luna.