LILIANA RENDÓN (Su columna en alambrepolítico.com)

LILIANA RENDÓN (Su columna en alambrepolítico.com)

La columnista analiza los fallidos intentos que el Estado ha hecho por encarrilar la política de salud en Colombia.

Lo más probable es que, si seguimos como vamos, en este nuevo intento por devolverle a los colombianos ese derecho a la salud, también nos quedemos en ese estado de las buenas intenciones que, según el viejo dicho, también conducen al infierno.

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Sin afanes

Si bien es cierto que es necesario hacer cambios al actual modelo de salud en el país, también es cierto que le asiste al congreso de la republica una gran responsabilidad política y social frente a dicha reforma.

Existen antecedentes de lo funesto que han  sido los resultados de reformas como la ley 1122 de 2007, 1393 de 2010, ley 1438 de 2011, ley 1450 de 2011 , decreto ley 019 de 2012 donde a pesar de los elementos aportados al gobierno para mejorar este sistema, lo que hemos visto es un sistema fallido donde el único perjudicado ha sido el ciudadano del común que a pesar de tener aseguramiento en salud , no significa que esté recibiendo una atención  oportuna y  de calidad , antes por el contrario a estimulado el paseo de la muerte, elevado la intermediación y contribuido a que muchos de los actores del sistema sigan haciendo de la salud un lucrativo negocio.

Está claro que tenemos un problema estructural  de la salud, que el gobierno en cabeza del señor  ministro de salud ha hecho un gran esfuerzo de la mano de las comisiones séptimas de senado y cámara, que se  ha  escuchado a los diferentes actores del sistema y que fruto de ello el gobierno pone a consideración de la comisión séptima de senado, las modificaciones al articulado del proyecto de ley  210 de 2013. Ahora bien, dadas las observaciones y cambios hechos por el gobierno, la incorporación de nuevos capítulos y artículos, hacen necesario que en un acto de responsabilidad por parte nuestra, sometamos a estudio con calma y sin prisa esta ley, ya que considero que hace falta profundizar en temas como la creación del fondo  SALUD  MIA,  Mi Plan, Prestación de servicios de salud, Conformación de redes de Servicios, Creación y/o transformación de eps en gestores de servicios  de salud, el talento  humano en salud, El régimen de las empresas sociales del estado, al igual que las normas de inspección vigilancia y control que regulará la operación del sistema.

La sola inclusión del régimen de las empresas sociales del estado, amerita un proyecto de ley aparte, ya que se modificarían normas de la ley general del empleo público o ley 909 de 2004. Igualmente entrar a consideran reformas a la ley 1164 o ley del talento humano, son suficientes elementos como para no precipitar como en otros momentos de las legislaturas que han sido aprobadas a última hora y a pupitrazo.

Son muchos los cuestionamientos que este nuevo trabajo genera y mal haría esta comisión en aprobar en primer debate el articulado presentado por el gobierno, con la premura de la actual legislatura, ad portas de una contienda electoral y casi al cierre de la actual legislatura,  en consecuencia propongo a la honorable comisión se aplace la discusión y aprobación del articulado para la próxima legislatura.

El gran reto

Las personas tienen como condición innata el derecho a gozar de un medio ambiente adecuado para la preservación de la salud y la atención integral de la misma, este derecho es inalienable y aplicable a todas las personas sin importar su condición social, económica, cultural o racial. La salud está relacionada con el desarrollo integral del ser humano.

Nuestro país necesita transformar el modelo de salud, pero nos asiste una gran responsabilidad política y social frente a dicha reforma, dados los antecedentes y realidades del sistema y la prestación del servicio real a los ciudadanos donde estar asegurado en salud no significa que se reciba una atención oportuna y de calidad.

Enfrentamos grandes retos: El cuidado integral de la salud no puede ser fragmentado ni debe tener trabas, los recursos de la salud deben direccionarse más hacia las verdaderas necesidades de los colombianos y no a otros gastos, hay que invertir en investigación, ciencia y tecnología para avanzar en la prevención y diagnósticos oportunos de las enfermedades.

Además, urge redefinir lo público y definir cuál es la participación de lo privado. Para hablar de redes en salud hay que hablar más de articulación entre los diferentes actores. Y es necesario estudiar la racionalidad y eficiencia del talento humano, incentivar la formación de especialistas, buscar medicamentos a mejores precios, atender oportunamente y con calidad a los enfermos.

En otros países del mundo ser practicante o estudiante en un hospital universitario es un orgullo en nuestro país no tanto. La formación del talento humano debe ser prioridad, se debe trabajar por recuperar la calidez de los funcionarios de la salud y la buena atención a los pacientes durante las citas, sin el afán por el tiempo; la autonomía de los médicos generales debe conservarse para que puedan hacer lo que saben y mediquen lo que se necesita, la participación social debe fortalecerse dentro de la estructura, se debe pensar en un sistema integrado de inspección, vigilancia y control desconcentrado y descentralizado.

Pasar de las competencias a prestar mejores servicios, redefinir el papel de las EPS y el régimen de las Empresas Sociales del Estado.

La salud es un derecho fundamental que no puede estar sujeto a una disponibilidad fiscal. Es un acto de responsabilidad con los colombianos el estudiar con calma y a profundidad la reforma a la salud que significa la vida, que dignifica y valora a cada colombiano y que está por encima de una agenda o un cronograma, porque la salud en Colombia está en un grave estado y hay que dedicarle cuidados especiales para buscar la mejoría y beneficio para la comunidad. Es inadmisible que sigan muriendo personas por culpa de los errores del sistema de salud.