LILIA BEATRIZ SÁNCHEZ

LILIA BEATRIZ SÁNCHEZ

HASTIADA DE TODO.-

La distinguida presidenta de la Sociedad Colombiana de Economistas se refiere al caso Petro, y dice:

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Personalmente no me alegra nada lo que está pasando. No me alegra que Bogotá haya entrado en tamaña situación de desinstitucionalidad y desgobierno. No me alegra la fractura general de la Justicia en Colombia. No me alegra tampoco  que la Procuraduría se encuentre en tamaña interdicción por cuenta del desorden de la Justicia. En general nunca me ha alegrado ninguna desinstitucionalización, pues, el Estado es de todos los colombianos. Nunca me ha gustado Petro.
Y no me alegra para nada la prepotencia de Petro y su infinita incapacidad para gobernar a los 10 millones de habitantes, que en la realidad, lo que hemos quedado es PRESOS de la ineficiencia estatal de la Alcaldía; de la politiquería infinita de sus gobernantes, pues, aquí no importa la suerte de los 10 millones de personas que tenemos que vivir en una ciudad tan compleja como Bogotá, donde no hay a la fecha ninguna solución a sus problemas transversales que nos afectan a todos.
Nunca pensé que tendría que presenciar toda esta debacle y desorden general entre la Procuraduría, los Jueces,  el Gobierno Nacional y la principal Alcaldía: Bogotá.
No me interesan los argumentos politiqueros de los que están a favor o en contra de todo lo que pasa. BOGOTÁ NO NECESITA MÁS DISCURSO POLITIQUERO Y POPULISTA: LO QUE NECESITA ES GERENCIA Y ACCIÓN.
Repito:  Soy parte de 10 millones de habitantes presos irremediablemente de esta locura colectiva en la que nos tienen los políticos de izquierda y su tremenda incapacidad para gobernar; la estupidez política de los políticos de derecha, y peor aún, la inconsciencia colectiva que acepta todo esto sin chistar. Las Alcaldías no deberían estar hechas para solo hacer politiquería. Lo que necesitamos es GERENTES que trabajen por el bienestar de todos y no con intereses políticos detestables.
 Me niego a ser parte de un rebaño de ovejas que se deja manipular de todos los que quieren dirigir nuestra mente a la conveniencia de cada uno. (Los supuestos de derecha o de izquierda, me retiro de una vez por todas de esa discusión). Me parece demodé tener rótulos en la frente y ser parte de sectas, llámense políticas o religiosas. Reclamo la libertad de opinión y por supuesto, la libertad de pensamiento y en consecuencia la libertad de análisis.
Me reservo el derecho de disentir de todos, sin tener que caer en la estigmatización de tener un rótulo  en la frente de “derecha o de izquierda”: SOLO QUIERO VIVIR TRANQUILA EN LA CIUDAD DE LA QUE SOY ORIUNDA, y les ruego a todos los politiqueros que más bien trabajen por el bien común. Pues aquí parece que nos quieren instaurar a la fuerza la lucha de clases, entre ricos y pobres, entre blancos y negros, etc., lucha a la que no quiero pertenecer, pues, creo en la dignidad general del ser humano y en la igualdad de los derechos humanos y estos no son valores propiedad de ningún partido político, sino que son inherentes a la calidad de ser humano, simplemente. 
Y como sé que no te va a gustar (dirigiéndose al Director de El Satélite) lo que acabo de escribir, la pregunta es,  ¿qué tipo de lectores quieres tener: ovejas de rebaño o seres autónomos que piensen y tengan posiciones propias y raciocinio propio? ¿Es mucho pedir que por favor gobiernen y tomen decisiones que favorezcan a toda la población y no a unos pocos? Esto va para todas las facciones políticas.