LIBARDO RODRÍGUEZ LEURO

LIBARDO RODRÍGUEZ LEURO

Las fallas de los fallos

Son muchas las opiniones que se conocen con relación a las decisiones disciplinarias del señor procurador general de la nación. Asombra mucho que por vía de tutela se suspenda un proceso sancionatorio sin que su fallo estuviese legalmente ejecutoriado. Muchos compatriotas se encuentran desconcertados porque en nuestro medio, con el uso de la tutela, cualquier cosa puede pasar.

En el pasado fue el histórico proceso 8.000, que finalizó con la tutela de la Jurista Vivian Morales… Recientemente se conoció otra tutela que ordenó la terminación de un contrato administrativo relacionado con seguridad carcelaria. Otros, por la misma vía de la tutela, han logrado legalizar la unión de parejas homosexuales.

Nuestras instituciones son tan modernas que permiten accionar tutelas a nombre de terceros; que los funcionarios que las resuelven son tan avanzados en su conocimiento que interpretan la ley para favorecer un interés individual; que en algunas ocasiones se sienten dueños de la verdad absoluta y se atreven a descalificar los fallos que profieren otros jueces.

Todo cambiará cuando formemos abogados para ocupar dignidades de la rama judicial y cuando entendamos que los amantes de la tutelitis o los llamados “tutelatones”, también comprendan que existe el abuso del derecho y el mal uso de las acciones judiciales.

Ojalá algún día los señores que fallan esas tutelas, que más parecen ‘politutelas’, reconozcan que existen fallas en sus fallos.