LA CORRUPCIÓN DESPEDAZA AL MUNDO

LA CORRUPCIÓN DESPEDAZA AL MUNDO

El abuso de poder, los negocios secretos y los sobornos conforman la corrupción más rampante que asola actualmente a la mayoría de países de Latinoamérica, en cuya escala, Colombia ocupa un deshonroso 94 lugar en la lista global.

El Índice de Corrupción 2013 de Transparencia Internacional (TI), fue divulgado ayer, mostrando al gobierno de Mujica en Uruguay, como el más limpio en esta parte del mundo y dejando el de Maduro en Venezuela, con la mayor deshonra.

La corrupción es el anticristo del mundo, ha dicho el Papa Francisco, y en el terreno de la percepción captada por TI se dice que “una corrupción rampante carcome a dos tercios del planeta”.

Un informe de Reuter indica que el resultado arroja “una de las peores lecturas en América Latina”.

En el mapa global casi todos los países de América Latina aparecen en las tonalidades de rojo y naranja que indican altos niveles de corrupción en una escala donde 100 representa el mayor nivel de limpieza.

Uruguay es la nación latinoamericana mejor clasificada en la lista de 177 países donde Dinamarca y Nueva Zelanda aparecen con el índice más alto de limpieza, en contraste con Somalia, Corea del Norte y Afganistán que aparecen en el fondo de la tabla.

Pero la mayoría de América Latina continúa entre los dos tercios de las naciones con un índice de limpieza inferior a 50 y que Transparencia describió como un "serio problema mundial de corrupción".

Brasil, la mayor economía de América Latina, se mantuvo en un índice de corrupción de 42, un punto peor que el año pasado y al mismo nivel que Bosnia, Serbia y Sudáfrica.

Colombia se ubica en el intermedio de la tabla con un precario índice de honestidad de solo 36 sobre 100 y más abajo todavía aparecen México y Argentina con apena un 34/100.