LA 9.70: VIVITA Y COLEANDO
Parece que se echó al olvido el documental 9.70 de la periodista Victoria Solano en el que se relata la aterradora historia de un grupo de campesinos colombianos luchando por defender sus semillas de arroz recolectadas de cosechas anteriores.
El atropello le dio la vuelta al mundo en varias oportunidades de la mano de las redes sociales, y como resultado de ello, dentro de los puntos que sirvieron de arreglo al levantamiento del Paro Agrario de septiembre, el gobierno colombiano decidió congelar la norma que penalizaba a los agricultores por el uso de semillas no certificadas.
¿Se congeló?, sí; pero el plazo para revisar la nefasta resolución 9.70 vence este jueves 5 de diciembre y, que se sepa, el gobierno no ha dicho ni hecho nada.
En el fragor de la campaña política que poco a poco nos llena la retina, solo algunas miradas de reojo recuerdan el documental que enardeció los ánimos. En su momento, muchos analistas, junto con sesudos editoriales y comentarios de los medios, desvelaron el nuevo delito tipificado en el Código Penal y de Procedimiento Penal, gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito con Estados Unidos, merced a la muy diligente gestión de los presidentes Uribe/Santos que auparon el adefesio de que guardar semillas de una cosecha para la próxima, era un delito.
(Ver enlace 9.70).
“El delito sigue latente”, dice la presidenta de la fundación ‘Social Equity Business’, Miriam Arango, y advierte que los agricultores y consumidores colombianos deben reaccionar oportunamente, “antes de que se venzan los términos de las reclamaciones al actual texto de la resolución 9.70”.
La reconocida gestora internacional de empresas con equidad social, sospecha que el gobierno está dejando vencer el término de revisión, a partir del cual la resolución 9.70 quedaría definitivamente en firme, y califica de “inaudito” que se pretenda defender a rajatabla el monopolio de Monsanto en Colombia.
“Si no se hace nada en estos próximos días, a partir del 5 de diciembre cualquier modificación que se pretenda introducir a la resolución 9.70 tendría que comenzar por denunciarse el TLC”, explica la señora Arango, de donde se deduce que si no se tuvo voluntad para reformarla mediante simples memorandos entre las partes, pues, menos habrá para denunciar todo el Tratado.
En firme la 9.70, lo que sigue ahora es ponernos en manos de las multinacionales para que nos metan a la boca, y a los precios que quieran, el alimento que ordenen y haga más ricos sus monopolios a costa de millones de campesinos y consumidores colombianos.
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Fin de folio/ Y más allá de la batalla por la autonomía alimentaria, sigue la lucha por ver qué tan nutritivos y saludables son estos transgénicos/Noticia en desarrollo