JORGE GIRALDO
De la vida real...
(Como me lo contaron lo cuento)
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Recientemente llegó de Estados Unidos al aeropuerto internacional Eldorado de Bogotá, un turista gringo y se aprestó a tomar un taxi. Primero le hace la correspondiente señal de parada a un conductor como de unos 50 años, a quien le pregunta:
- ¿Es usted taxista?
- No señor, soy médico, responde.
Prosigue la búsqueda e inmediatamente le hace la señal a otro, y ante la misma pregunta el conductor le responde que es un contador.
Así, sucesivamente, el gringo sigue preguntando una y otra vez a lo que le van respondiendo los distintos conductores que son ingenieros, abogados… Al final, el gringo se decide por subirse al primero que pare sin preguntar nada.
Camino al hotel, el gringo le entabla conversación al conductor y le dice:
- Señor, aquí en Colombia hay muchos taxistas y todos son profesionales: médicos, contadores, ingenieros, abogados, etc.…
El taxista que le está prestando el servicio le contesta:
- Señor, lo que pasa es que en Colombia, la mayoría de profesionales, después de concluir sus estudios en las diversas universidades, no encuentran una ocupación de acuerdo con la carrera que han estudiado y entonces la única alternativa es manejar un taxi. Yo, por ejemplo, estudié comunicación social con énfasis en periodismo, pero la verdad no encontré un trabajo digno, decente y bien pago y aquí me tiene de taxista...
Esta anécdota, en mi concepto, explica bien la aseveración del gobierno sobre el aumento del empleo en Colombia, pero mediante el trabajo informal, gracias a que la gente es muy recursiva como estos frustrados profesionales que se meten a taxistas para rebuscarse la vida. Este es problema nacional de hace muchos años que está afectando a una buena parte de la población.
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