JAIME LUSTGARTEN (EL QUE CALLA, OTORGA)

Las polémicas son buenas en una democracia.- 

Hace más daño el silencio de los buenos que la bulla de los malos

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Todas las polémicas que se desarrollen en Barranquilla son buenas en la medida que destapen cosas malas que nos afectan a todos en nuestra calidad de vida. Es cierto que no se pueden meter en el mismo canasto todos los concesionarios portuarios, pero también lo es que muchos de ellos se quedan callados cuando  sus intereses no son los afectados,  y entonces lo mejor es no entrar en polémicas. Dicen algunos: si no me afecta prefiero mantenerme  al margen para cuidarme. La ciudad necesita que seamos solidarios con las causas nobles que defendemos. Es por ello que hace más daño el silencio de las personas buenas, y no la bulla que hacen los malos.

 En la zona portuaria de Barranquilla hay 22 concesiones de las cuales solo la mitad está trabajando, y casi todas de manera correcta, según me comenta un apreciado amigo miembro de la ONG Cívicos en Acción: Monómeros, Vopak,  SP Palermo, SPR Barranquilla, Port Magdalena, el mismo ARGOS… El grave peligro –agrega el amigo-, que bien tu vislumbras, está en algunas de ellas, concedidas en épocas pretéritas, cuando los efectos del mal manejo del carbón en Colombia no estaban cuantificados como hoy.  

Entonces, dice, no es solo atacar al carbón per se, sino entrar a cuestionar la Administración Distrital tan permisiva con la violación a lo ambiental, a lo legal y a lo social. 

En eso estamos de acuerdo con el amigo.

La información que tenemos es que están rellenando los terrenos de Puerto Mocho y de la Ciénaga de Mallorquín. ¿Y quién ha dicho esta boca es mía?

Existe desde el 2008 un control de advertencia ambiental al DAMAB sobre los rellenos a los manglares, y que lo que se discute es por los caños y el mercado público para que la gente se distraiga, pues lo de allá… no se ve. 

La dirigencia local acepta que el exdirector jurídico de la SP Bocas de Ceniza, y hoy flamante Secretario de Planeación, no se declare impedido ni afectado por las construcciones en beneficio de un proyecto de su familia; ni nadie se preocupa por investigar las graves denuncias de que la Administración dio la autorización para construir PIPCA y RIVERPORT en la zona del CENTRO HISTOTRICO, donde el POT vigente no permite desarrollos portuarios, y menos para carbón (de la francesa GERDAU). Tal vez de ahí la carrera en aprobar un nuevo POT donde claramente existen conflictos de intereses, o al menos así lo vemos.

 El desarrollo sostenible de que tanto se habla, y del cual Peter Senge se volvió un gran gurú mundial, puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico y social. El resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas, pero que tiene cuatro dimensiones básicas: Conservación, Desarrollo apropiado (que no afecte sustantivamente los ecosistemas), Paz, Igualdad y Respeto hacia los Derechos Humanos y Democracia. Todo esto es letra muerta en Barranquilla, donde se manejan unos intereses de inversionistas privados en detrimento de la calidad de vida de toda una población, y sin que se vea una socialización y concertación de lo que debe ser un verdadero POT.

Atrás de estos intereses se manifiesta una manipulación en la elaboración de un Plan de Ordenamiento realizado, y a todas luces ilegal.  La ciudad necesita conocer las verdades que se esconden y la verdadera agenda de quienes imponen un POT para beneficio de empresas particulares, pero sin ver el componente ambiental y el enorme riesgo a la salud pública. 

 Hay que apoyar a empresas y personas que le jueguen limpio a la ciudad y a quienes trabajan honestamente y generan empleos, en especial, cuando son compañías nacionales, pero no se debe permitir que se vulnere el derecho que tenemos todos a un ambiente sano y saludable.

 Finalmente el amigo concluyó: Jaime, te apoyo en tu lucha contra el carbón en la ciudad, en especial cuando está mal manejado; te apoyo si los “Cívicos” se atreven a develar lo que las grandes concesionarias están haciendo en las narices de todos los barranquilleros… 

Los cívicos somos solidarios, debe advertirse, y los que hacemos parte del Frente Amplio Cívico por el Rescate de Barranquilla, o en la ONG Cívicos en Acción, u otras organizaciones, no ganamos un peso ni recibimos sueldos o bonificaciones por el éxito o fracaso de nuestra actividad, ya que esta se hace sin pensar en beneficios personales, sino  colectivos. 

No estamos en contravía del progreso… es que no se puede llamar “progreso” a lo que sabemos nos traerá desolación y muerte…

Los invito a visitar la página www.noalcarbonsialavida.com

Enlace vía El Satélite