Octavio Quintero: Hay que "medellinizar a Colombia

 

Porque los hombres pasan y las instituciones quedan, Medellín es la ciudad más innovadora del mundo.

El título que le da la vuelta al mundo, y a la historia de una ciudad que hasta hace poco era la meca mundial del crimen y del narcotráfico, es fruto de un proceso iniciado años atrás, y continuado años adelante: hasta el fin de los tiempos, porque cuando los procesos cogen camino, ya no hay quien los detenga.

Ese es el fin de lo que hoy llaman “socialización”: la apropiación colectiva de todo lo que le pertenece a la sociedad, que viene a ser todo: la educación, la salud, la vivienda digna y el trabajo decente; los servicios públicos, el transporte, la información oportuna, veraz e imparcial; es decir, todo eso que en los últimos años se ha privatizado a nombre del neoliberalismo.

Hace muchos años, los alcaldes de Medellín y Antioquia no se definen por cuestiones políticas sino por cuestiones programáticas. Y en las sillas de los palacios municipal y departamental se han sentado gobernantes de diferentes matices, pero con el mismo programa.

Medellín es un ejemplo, antes que mundial, como en el presente caso, nacional… Es un ejemplo patético de que la politiquería y la corrupción, matan: vean a Bogotá y miren a Cali/Valle, una ciudad y departamento cuyo empuje de hace 30 años, llegó a poner en jaque a los paisas.

Buscar la génesis de este proceso antioqueño, resultaría discutible. Algunos dirían que se debe a que “los paisas son otra raza”, un poco pedante la cosa, pero no descabellada. Una tesis más cerca de la realidad es el regionalismo de su gente que en algún tiempo se le endilgó como estigma.

“Antioquia Federal”, fue un grito de batalla que lanzaron los paisas por allá en la década de los ´60 del siglo pasado; y avanzó tanto, que solo faltó un florero. Podría aseverarse hoy que Antioquia sigue siendo parte de una república unitaria, pero muy independiente; muy en lo suyo y a su estilo: “Antioquia y Medellín son otro mundo”, dicen tirios y troyanos, cuando pasan  por allá.

La misma tierra del “Capo” y del “Patrón”, ha producido la ciudad más innovadora del mundo… a pesar de… o contra esos que reman de ‘pa’tras’.

Pensarán algunos que Medellín se va a dormir en los laureles. No, podría asegurarse que más que tálamo, el título le va a servir como acicate para continuar en busca de lo que, de ahora en adelante, podría verse como una parodia del sueño americano: El sueño Paisa.

Valdría la pena escudriñar la fenomenología paisa porque, a lo mejor, tenemos en casa toda la solución de lo que andamos buscando en otras partes, guiados por quienes a otros han llevado y siguen empujando al desastre.

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Fin de folio: Toda la emoción toda de la ciudad más innovadora del mundo, cabe en este dicho que tenía el inolvidable Yepes Lema cuando escribía sobre el DIM: “Medallo, me vas a homicidar”.

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Otro sí: Por el mismo camino de “Antioquia Federal”, anda la Región Caribe. Y ya se ven algunos frutos a pesar, también, de los que no puyan el burro por la cola…