
GILMAR GÓMEZ
Una mezcla explosiva: religión y política
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No entiendo por qué tanto revuelo por las palabras de la señora Piraquive. El movimiento MIRA se reconoce más como una organización política que por sus acciones sociales, y en este orden político, cosas más graves y lesivas dicen y hacen todos los políticos en Colombia.
No debiera sorprender tanto que de sus representantes se escuche este tipo de desfachateces, como que dentro del recinto nadie protestara ante definición tan pobre de la conciencia, lo que indica que los dogmas religiosos obligan más que los dogmas políticos.
Sorprendente también que otras sectas religiosas saltaran de inmediato a criticar las palabras de Piraquive: “Eso no es de dios”, “la biblia nunca dijo eso”, “esas leyes no son cristianas”, etc. etc.
He aquí el problema, no sabemos si es hipocresía religiosa, desconocimiento bíblico o ganas de demeritar a la competencia en la batalla por ganar seguidores que está más difícil que nunca.
Descalificar a los minusválidos para el servicio de dios, está escrito: ver Levítico 21:16-24. Muchos “buenos” cristianos alegarán que las escrituras de este libro no son validas puesto que hacen parte del antiguo testamento. ¿Pero cómo se puede pasar por alto un dogmatismo tan influyente como lo es la biblia?
Todos estos mandatos: condenación al aborto, a la libertad sexual, incluso a qué no debería hacer uno los fines de semana con su vida, están en estos libros.
Por otro lado, no parece concebible que alguien tome y/o descarte ciertas partes de un código moral tan complejo como la biblia y después presente un diezmo a una iglesia cuya tradición está profundamente atada al Pentateuco, contribuyendo más, por ende, a la expansión del absurdo religioso que ya tanto daño le ha hecho a este país
¿O, a quién le agradaron las palabras de Piraquive? Nadie con razón podría justificar esta señora, menos en un país cuya violencia ha dejado tantas personas en condición de discapacidad. Por eso, más allá del agravio doctrinal, resulta pertinente hacer un llamado a todas esas personas que pagan diezmos a cualquier tipo de grupo religioso devenido en movimiento político contribuyendo a la aparición de personas como Piraquive que solo buscan enriquecerse fácilmente con la platica ajena.
Crea si quiere creer; vaya a una iglesia, si así le place, pero no apoye más este tipo de falsos profetas que con sus creencias cavernarias terminan afectando a personas ajenas a sus cultos religiosos.