ESTAMOS DE ACUERDO
El director general de la CAR abrió esta semana, dedicada al medio ambiente, con una frase patética: “En diferentes escenarios escuchamos el tema ambiental, todos hablamos de cuidar el agua, la flora y la fauna, pero si miramos bien, el estado de estos recursos, no es el ideal”.
Con ese “todos hablamos”, el alto funcionario regional quiere decir que decimos mucho y hacemos poco. Como en casi todo lo que nos acontece en Colombia, abundan las teorías y escasean los resultados, empezando por la misma CAR que, al menos en la presente administración, reconoce que del dicho al hecho, hay mucho trecho, como dice el docto vulgo.
Este medio ha acentuado su discurso, porque también reconocemos que de ahí no pasamos, en el progresivo deterioro del medio ambiente en Sopó, Tocancipá y Gachancipá.
En Sopó, fuimos los primeros en alertar durante la administración anterior, sobre la reactivación de una recebera en la punta más bella y visible de este apacible municipio, al sur, hacia la salida al Meusa por quien, en ese momento, aparecía como candidato a la alcaldía: Manuel Rodríguez. ¿Y qué paso? Nada de nada…
En Tocancipá, hace más de 10 años venimos denunciado el acelerado proceso predador de los cerros por parte de los empresarios areneros, encabezados por la familia misma del actual alcalde. ¿Y qué ha pasado? Nada de nada.
En Gachancipá lo mismo. Día a día se ve avanzar la herida de una recebera que entierra sus garras sobre la loma, al sur, en jurisdicción de la vereda Roble Centro, de propiedad de Darío López, hermano del anterior alcalde de este municipio. ¿Y qué ha pasado? Lo mismo: nada de nada.
Son sendos ejemplos de muchos que abundan en este descuido ambiental que como dice el director de la CAR “no es ideal”.