ES PERENTORIO CAMBIAR DE MODELO ECONÓMICO

ES PERENTORIO CAMBIAR DE MODELO ECONÓMICO

Nota de REDGES

Todavía creemos que el debate que propone Petro sobre cambio de modelo económico, es una cuestión política propia de la izquierda. No, cambiar de modelo necroeconómico a un modelo bioeconómico es una necesidad perentoria de la humanidad que, de otra forma, aceleraría su extinción más temprano que tarde.

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“Las multinacionales extractivas tienen una moral selectiva”: Andrés Guhl

El profesor de la Universidad de los Andes que participó en el informe "Perspectivas del medio ambiente mundial", lanzado por la ONU hace una semana, asegura que las grandes compañías cumplen con las normas de los países latinoamericanos, pero sabiendo que esos estándares son mucho más laxos que los de sus países de origen. Dice, además, que resolver los problemas ambientales también depende de la sociedad civil.

El profesor de la Universidad de los Andes de Bogotá, Andrés Guhl, en Nairobi. EFE/Lourdes Uquilla

Hace poco más de una semana, en la Asamblea de Medio Ambiente de la ONU, fue presentado en Nairobi, Kenia, el informe "Perspectivas del medio ambiente mundial”, un documento que recomendaba a la humanidad una serie de pasos para evitar el colapso del planeta. En él también advertía sobre varios de los problemas que hoy tiene que enfrentar América Latina. 

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Andrés Guhl, profesor de la Universidad de los Andes, fue de las personas que participó en el informe. A sus ojos algunas de las dificultades más serias tienen que ver con el fomento de la agroindustria o la deforestación y con el acaparamiento de tierras y la minería ilegal. Así, al menos se lo señaló a la Agencia EFE en euna entrevista. 

“Tristemente los mensajes sobre el estado global no son los más positivos, seguimos con tendencias de degradación ambiental muy fuertes en los cinco grandes aspectos que fueron evaluados: agua dulce, océanos, biodiversidad, recursos terrestres y la atmósfera”, dijo Guhl.

Explicó que hay políticas y beneficios en actuar a la vez en varios “problemas asociados, como sistemas de salud pública, contaminación atmosférica y saneamiento básico a nivel global”.

Según él, se estima que actuar en todos esos campos asociados a largo plazo generaría US$ 54.000 millones de dólares de beneficios, frente a los US$22.100 que tendría actuar solo en la solución de problemas sanitarios.

“Hay ejemplos de buenas prácticas a nivel global, políticas públicas que han estado funcionando, pero depende mucho del contexto” porque las medidas no sirven por igual en Asia, Latinoamérica o el Caribe.

Otro aspecto prometedor es que cada vez “hay más involucración de la sociedad civil”, incluso del sector privado, que “tiende a cambiar esas tendencias por las que nos estamos moviendo”.

No obstante, “no podemos dejar todo en manos del gobierno porque no es el único responsable de resolver los problemas ambientales mundiales”. Todos como ciudadanos “podemos contribuir al logro de esos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que son la guía que los gobiernos han decidido adoptar en la Agenda 2030”.

Sobre la situación en el Caribe, sostuvo que “las islas tienen problemas enormes asociados a la competencia de usos del suelo, hay zonas agrícolas que están siendo convertidas en complejos turísticos, que tienen impactos muy grandes en la seguridad alimentaria”.

Pero a nivel global, la “seguridad alimentaria también es un problema” porque la producción de alimentos ha ido evolucionando, “nos hemos ido adentrando en algunos lugares llamados las despensas de productos”. Por ejemplo, la soja, el maíz o el trigo, que se producen en Latinoamérica o Estados Unidos, para trasladar a otros mercados.

Eso ha abaratado el precio de los alimentos en gran medida, pero hace que sean cultivos mucho “más susceptible” a algún problema ambiental, como las plagas y que acaben con la soja en Brasil, Argentina o Bolivia, lo cual podría provocar que el precio se dispare inmediatamente.

Es un sistema de producción de alimentos “muy vulnerable” a lo que está pasando a nivel global y es que “tenemos sorpresas asociadas al cambio climático, a cambios políticos que están sucediendo en otras regiones”.

 “Los temas medioambientales no son simples de resolver”, sostuvo, y añadió “son temas transversales, que trascienden lo político, lo social y lo económico”.

Pero “invertir en medioambiente da seguridad política y en el fondo lo que muestra nuestra evaluación y otras muchas es que invertir en medioambiente en el mediano y largo plazo es más beneficioso que no hacerlo”, aseguró Guhl.

Es más beneficioso donde hay mucha degradación, donde “están siendo dañados los medios de vida de la gente que vive en esas zonas”, señaló Guhl, porque si se puede invertir en esos suelos, se evitaría que “mucha gente se tenga que ir a engrosar los cinturones de miseria de muchas ciudades porque tienen cómo generar riqueza”.

Invertir en medio ambiente también “genera agua, aire limpio y permite recoger productos de la vida silvestres del bosque”, algo que hacen muchas comunidades en el continente, donde también hay una relación estrecha entre comunidades tradicionales e indígenas-

“Moral selectiva”

Sobre la actividad extractiva de multinacionales europeas, canadienses, estadounidenses, japonesas o chinas en América Latina, consideró que se trata de una “moral selectiva”, porque “todas esas compañías cumplen los estándares medioambientales locales donde llegan, es decir, cumplen con las normas de los países latinoamericanos, pero esos estándares son mucho más laxos que los de sus países de origen”.

En ese sentido, señaló que “son los consumidores los que tienen que poner la presión porque los gobiernos no van a cambiar en el corto plazo lo que las compañías pueden hacer”.

“Ahí está el gran poder individual, que se convierte en acción colectiva”, aseguró, y explicó que es lo que sucedió con una campaña en algunos países de Europa y en Estados Unidos, con la que una empresa dedicada a la producción de bebidas gaseosas sufrió el boicot tras el asesinato de algunos líderes sociales que defendían los recursos naturales en Centroamérica. Eso se tradujo en cambios en las prácticas de esa compañía donde se estaban produciendo esos problemas, señaló.

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El artículo original de EFE fue elaborado por Lourdes Uquillas