A buen entendedor

RED-GES/El Satélñite

La presidenta del FMI, Christine Lagarde, habría notificado al presidente electo, Iván Duque que “si regresaba el conflicto (armado), todas las instituciones multinacionales y las empresas mismas perderían su interés en invertir en Colombia”.

La versión fue difundida anoche en CM&, edición central, de las 9 pm, en la sección 1, 2, 3.

No es nada agradable que sea el FMI el que amedrente al gobierno colombiano, de nuevo cuño uribista, a que se abstenga de hacer trizas los acuerdos de paz suscritos entre Santos y las Farc-Ep porque, así como le imponen eso, también le impondrán lo otro, y todo lo demás que sabemos, hace parte del modelo neoliberal sustentado globalmente por el FMI, el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La información de CM& no dice qué respondió el futuro presidente de los colombianos a la señora Lagarde, pero la presentadora del noticiero, con fina ironía dice… “Todo parece indicar que tanto Duque como su delegación comprendieron perfectamente el mensaje”. Y todos nosotros también… que efectivamente el presidente Santos logró dejar blindado el acuerdo de paz.

En concordancia con su pensamiento y su discurso de campaña, debió haberle dicho que su gobierno quiere la paz, pero no así como la pactó Santos con las Farc que, entre otras cosas, fue por lo que votaron sus 10,3 millones de electores. Si no dejó eso claro, entonces, sus electores pueden notificarse de la primera traición de su elegido. Pero si lo dejó, entonces todos nosotros quedamos notificados de que pueden venir tiempos duros en las relaciones de Duque con la tríada neoliberal en el campo internacional, y en el campo nacional, con los colombianos que siguen creyendo que, por la paz, resulta mejor un mal negocio que una buena guerra…

Eso es lo que dicen, porque lo que quedó de bulto en este primer pulso casado en torno a la reglamentación de la JEP es que, algunos defensores a ultranza del proceso, más que la paz, lo que quieren es ver a Uribe entre rejas a cuenta de los procesos de verdad, justicia, reparación y no repetición que revelarán, eso creen, no solo a los autores materiales sino también, a los inspiradores intelectuales de tan horrendos crímenes.