
"EL RÍO QUE SE ROBARON"
El Satélite/Octavio Quintero
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El presidente Santos, de visita a las comunidades wayuu en la Guajira para conocer de cerca la difícil situación que padecen los indígenas, cuyos niños y ancianos se están muriendo de hambre y sed, se lava las manos en uno de los dos pozos de agua que entregó al servicio de la población.
El aplauso de su séquito fue sonoro, y claro, se oyó y vio en todo el país, de la mano de los medios de comunicación que le siguen los pasos, nacional e internacionalmente, a cuenta del erario público.
“Aquí me van a ver tantas veces (como) sea necesario, y van a ver a ministros y altos funcionarios haciendo gestión y dando resultados”, dijo, ufanándose de ser el gobierno “que ha invertido como nunca antes en esta región”.
Si lo dijo por esos dos pozos de agua, la pregunta de rigor sería: ¿Cuántos más pozos como éste tendrá que entregar el Presidente a los wayuu para resarcirlos del río `Rancherías´ que se robaron las multinacionales mineras de carbón y los agro empresarios?...
El gobierno habla de 98: ¿será que 98 aljibes reemplazan un río en cantidad de agua y cubrimiento territorial? ¿Y por qué tiene el Estado (es decir, todos nosotros) correr con los costos y mantenimiento permanente de 98 pozos, cuando lo más simple sería devolver el agua represada del Ranchería a su cauce natural?
Tenemos la respuesta: a todos los colombianos nos toca pagar ahora el agua potable a que tienen legítimo derecho los habitantes de la Guajira porque el gobierno nacional ha decido privatizar un artería fluvial en beneficio exclusivo de las multinacionales mineras y los grandes cultivadores.
Vea el tráiler del documental del periodista Gonzalo Guillén sobre
EL RÍO QUE SE ROBARON