EL FUTURO TIENE NOMBRE DE MUJER

Mahatma Gandhi decía que si la fuerza fuera una connotación moral, “entonces la mujer es infinitamente superior al hombre”; y si la no violencia es la ley de nuestro ser, “entonces el futuro está con las mujeres”

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Octavio Quintero

08/03/15

 
Este domingo 08 de marzo de 2015, se conmemora el Día Internacional de la Mujer, proclamado en 1910, hace 104  años, por la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague y reconocido por la ONU en 1975. La propuesta fue presentada por la influyente comunista alemana, Clara Zetkin (en la foto, a la izquierda), luchadora social por los derechos de la mujer, junto a Rosa Luxemburgo (foto a la derecha), y muchas otras, más de 100, que se congregaron en esa conferencia.
 
La generación colombiana de los años posteriores a 1950, debe recordar bien la relación de la mujer con respecto al hogar y sus derechos políticos, económicos y sociales. Si se compara la mujer de hace 60 años con la de hoy, habría que convenir en que ha logrado un inmenso avance; pero si la comparación se hace con respecto al hombre de hoy, todavía se percibe una brecha inmensa en la que anidan rezagos de machismo familiar, y también marcadas diferencias en sus derechos políticos y económicos.
 
Vale la pena señalar, solo como anécdota, la paradoja resultante de su reivindicación laboral, propuesta por la comunista Zetkin, que resultó, con el tiempo, en una oportunidad económica del capitalismo, que viene aprovechando la fuerza laboral de la mujer en condiciones económicas reducidas a la mitad de lo que le cuesta, a igual rendimiento, la fuerza laboral masculina.
 
En el campo político, la mujer también anda muy atrás de los hombres en Colombia… Con decir que todavía no ha podido llegar a la Presidencia, y su presencia en los cuerpos colegiados es exigua, a pesar de ser hoy en día mayoría electoral. En la gestión administrativa, tuvo que darse una ley para que se le reconociera, al menos, el 30 por ciento de representación en los cargos públicos; ley que no se cumple en estricto orden y sentido.
 
En el campo social, especialmente aquel que se desarrolla en la sociedad civil, la mayoría de veces sin remuneración, el predominio de la mujer es evidente, como en las juntas de acción comunal, las veedurías, los organismos de socorro, las ONG, las comunidades religiosas, los organismos de asistencia humanitaria y similares…
 
Todo muy bien… Pero hay una cuestión derivada de la genéricamente llamada “liberación femenina” a la que todavía no se le tiene una concepción clara: su función maternal. Aquí siguen creciendo los interrogantes diarios sobre la nueva generación de niños criados a la par del computador, ensimismados desde bebés en tecnologías informáticas; llegados a los centros educativos desde los dos años y creciendo bajo el concepto de un libre desarrollo de su personalidad sin límites.
 
La problemática de la juventud de hoy es muy compleja, y resulta improcedente hasta abordarla en una nota de celebración del Día Internacional de la Mujer. Pero no sobra dejarla ahí como cornisa de un marco familiar en donde la mujer no solo es el adorno sino la esencia misma del concepto de familia. Sin ella, no hay hogar; al menos, así pensamos los viejos…