¿QUÉ ESTA PASANDO CON EL CONCRETO QUE SE VENDE EN COLOMBIA?

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Jorge Vergara Carbó

(Presidente ONG CÍVICOS EN ACCIÓN)

Barranquilla, 24 de noviembre de 2014

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Colombia se caracteriza por tener un mercado monopólico en la venta de cemento. Por ello su precio, US$250 la tonelada, se encuentra entre los más altos del mundo, por no decir que es el más alto.

A pesar de haber denunciado esta situación hace más de un año, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), no se ha pronunciado al respecto, y tampoco hace nada para buscar que el precio disminuya hasta niveles cercanos a 14.000 pesos el bulto que, según los costos de producción, dejaría una rentabilidad superior al 30% anual, difícil de alcanzar en otra actividad económica.

Barranquilla por ejemplo

Ahora resulta que el concreto que se está vendiendo en la capital del Atlántico es de mala calidad. De acuerdo con información publicada en los medios, y a denuncia que hiciera en su momento el arquitecto Edgar Sánchez sobre las fisuras que mostraban las losas de la calle Murillo, los señores de Valarcom, que en un principio negaban el hecho, tuvieron que reventar y volver a construir más de 30 losas, y días después otras 40  en la carrera 51B, producto de fallas en el concreto comprado a Argos, de acuerdo con lo afirmado por sus directivos,  sin que las entidades encargadas de velar por la calidad de los productos se haya dignado pronunciarse y multar a la empresa por la falta de control de calidad.

¿Qué hacen las interventorías?

Resulta evidente que las interventorías contratadas para garantizar el buen destino de los dineros de los contribuyentes, no están dando la cara a la ciudadanía que requiere saber qué es lo que está pasando con el concreto que se vende y el porqué del precio tan alto que pagamos.

Es posible que el mismo cemento haya llegado a otras obras, un edificio residencial, por ejemplo, y se esté corriendo el mismo riesgo registrado en las vías construidas por Valarcom. Sería importante conocer el concepto de la interventoría y de la Secretaría de infraestructura sobre las obras que se adelantan en la calle 84, 79 y la carrera 54, para determinar si la calidad es la ideal o también se verán abocados a reventar varias losas por las fisuras que se presentan.

¿Cuándo rendirá un informe la interventoría de esas obras, y de otras donde se han presentado situaciones similares?

Preocupa también lo que viene aconteciendo en la construcción del CEEC (Centro de Eventos del Caribe). La interventoría debería rendirle un informe a la comunidad sobre el desarrollo de esa obra… Se dice que también ha tenido problemas con el concreto que compraron y tocó demoler una parte de una rampa al parecer unas losas del segundo piso. Si eso sucede cuando apenas se levanta la estructura, ¿qué podría pasar cuando ya esté equipado y en funcionamiento?

¿Qué papel juegan los interventores? ¿Por qué sus observaciones, si es que se han hecho, no las conoce la comunidad? ¿Sirven de algo las interventorías, o están amangualadas con los constructores? ¿Quién responde por la mala calidad de las obras de las circunvalar?

Creemos, y lo hemos consultados con arquitectos e ingenieros responsables,  que lo que está sucediendo con el concreto que se vende en Barranquilla, amerita una revisión total para evitar una eventual tragedia hacia el futuro como la que aconteció en Medellín con el edifico Space.

Pensamos que la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros (SAI), debería pronunciarse sobre este problema e igualmente también debería hacerlo sobre el precio exagerado del cemento en Colombia. El silencio y el “tapen-tapen” no son buenos consejeros en estos casos. Es mejor denunciar para  evitar una posible tragedia.

¿Cuándo se pronunciará la Secretaria de Infraestructura sobre este tema y sobre la Circunvalar entre carrera 38 y 51B. Cuando se terminará esa obra que debía haberse terminado en diciembre del año pasado? ¿Cuál es el costo real der esa obra que se adjudicó sin tener los estudios respectivos y que los organismos de control a la fecha no han dicho absolutamente nada?