EL CÁNCER DE PRÓSTATA NO TIENE CURA...

Ningún tipo de cáncer lo tiene, afirma el médico cirujano, Juan Carlos Rodríguez, egresado de la U. Pontificia Bolivariana, con 25 años de experiencia y, actualmente, docente y gerente general de Oncosalud, una fundación peruana dedicada a la investigación, estudio y tratamiento de los pacientes de cáncer.

 

El médico detalla en un artículo reciente, las distintas fases del cáncer de próstata; sus probables fuentes y eventuales tratamientos pero, para efectos prácticos, en la edición de la RED-GES/El Satélite, pareciera de mayor interés empezar por el final del artículo.

 

Cómo se previene el cáncer de próstata

Es importante recordar el hecho de que el hombre tiene altas posibilidades de sufrir la enfermedad a medida que envejece. Como aún no se conocen las causas específicas del cáncer de próstata, todavía no hay una medida de prevención exacta. Sin embargo, el hecho de que el cáncer de próstata tarde años en manifestarse, es el motivo por el cual resulta muy importante que todos los hombres, pasados los 50, se sometan a exámenes médicos de forma habitual.

 

De momento no está demostrado científicamente la relación que pudiera existir entre el consumo de determinados alimentos y la reducción de sufrir cáncer de próstata. Los licopenos (sustancia química que existe en forma natural y que es la responsable del color rojo de las frutas y verduras), son antioxidantes presentes en los tomates y en las sandias; o las isoflavonas, sustancias vegetales secundarias, que pueden actuar como estrógenos en el cuerpo y tener funciones protectoras. En los hombres, el estrógeno ayuda en la maduración de la esperma y del mantenimiento de una líbido sana. Las isoflavonas se encuentran principalmente en la soya y su capacidad terapéutica es mayor que la de otras sustancias fitoestrogénicas (grupo de sustancias químicas presentes en los vegetales) como los lignanos (metabolitos secundarios encontrados en una gran variedad de plantas que incluyen las semillas de lino, calabaza, ajonjolí, centeno, soja, brócoli, frijoles, y en algunas bayas). Todo esto ha sido objeto de estudios en la prevención de este tipo de tumor. Sin embargo, los resultados no han sido concluyentes.

 

Hasta el día de hoy ningún medicamento puede prevenir el cáncer de próstata. En un estudio que se llevó a cabo en hombres con mayor riesgo de que desarrollen cáncer de próstata, se administró fármacos como finasteride el cual consiguió reducir un 25% el riesgo de sufrir cáncer de próstata comparado con un placebo. Sin embargo provocaron efectos secundarios en los pacientes, como por ejemplo impotencia, pérdida del apetito, descenso sexual y presencia de una mayor tasa de tumores de alto grados los cuales tenían un peor pronóstico. Por tal motivo no se aconseja el uso de este fármaco hoy en día como agente de prevención.

 

¿Qué es el cáncer de próstata?

Se conoce como cáncer de próstata al tumor maligno que se desarrolla en la próstata. La mayoría de los pacientes están entre los 67 años de edad. Anteriormente la edad media era de 70 años, sin embargo en la actualidad esto ha descendido, porque cada vez más hombres se someten a los correspondientes exámenes médicos de detección precoz. Por esta razón es que se descubre esta enfermedad cada vez en personas más jóvenes.

 

La próstata se encuentra ubicada por debajo de la vejiga, ahí encierra la parte inicial de la uretra que traslada la orina desde la vejiga a través del pene hasta llegar a la apertura en la punta del glande. De esto se deduce también la relación con las molestias al orinar. La posición de la próstata permite al especialista poder palpar a través de la pared intestinal la próstata con el dedo introducido a través del ano. Este estudio es muy importante para el descubrimiento precoz del cáncer de próstata.

 

En la parte del tejido glandular, es ahí donde la próstata fabrica una secreción especial, el cual constituye una parte importante del esperma y que estimula la motilidad de los espermatozoides. En la mayoría de los casos el cáncer de próstata se desarrolla en el tejido glandular. Asimismo el tejido muscular que cumple la función de expulsar la secreción y el tejido conjuntivo pasan por la próstata.

 

La mayor parte de los cánceres de próstata se presentan en las células, es decir, en las unidades básicas que forman los tejidos, los que a su vez forman los órganos. A este tipo de cáncer también se le conoce como adenocarcinoma.

 

Cómo se ocasiona

Hasta el día de hoy no se conoce la principal o principales causas de esta enfermedad, sin embargo los especialistas sugieren cuatro causas que bien podrían ocasionar cáncer de próstata.

 

1. Factores genéticos

Existen ciertas señales que implican a los factores genéticos en la causa del cáncer de próstata, es sumamente complicado separar estos factores de los factores ambientales. Algunos estudios genéticos han podido demostrar que existe un gen específico que incrementa la posibilidad de sufrir cáncer de próstata.

 

2. Factores hormonales

Varios estudios han sugerido que los factores hormonales bien podrían tener mucha importancia en el origen del cáncer de próstata, ya que estos incluyen:

a) La dependencia de las hormonas andrógenas (masculinas) de la mayoría de los cánceres de próstata.

b) El hecho de que el cáncer de próstata podría ser inducido en ratas mediante la administración crónica de estrógenos y andrógenos, la primera es una hormona femenina y la segunda es una hormona masculina.

 

3. Factores ambientales

Las personas que migran de regiones de baja incidencia a regiones de alta incidencia mantienen una baja incidencia de cáncer de próstata, sin embargo solo durante una generación y posteriormente adoptan una incidencia intermedia. Así mismo se han reconocido múltiples factores ambientales que podrían ser promotores del cáncer de próstata, y estos incluyen:

a) El estar expuesto al humo del tubo de escape de los automóviles.

b) La exposición agresiva a algunas sustancias químicas en las industrias de la pintura, imprenta, goma y naval.

 

4. Agentes infecciosos

Los estudios epidemiológicos han propuesto un incremento en el riesgo de cáncer de próstata asociado con un mayor número de compañeros sexuales, frecuencia del acto sexual, una historia previa de enfermedad de transmisión sexual, relación con prostitutas y edad temprana de comienzo de la actividad sexual. Se ha estimado que los agentes infecciosos transmitidos por vía sexual podrían propiciar cáncer de próstata, pero los estudios virológicos, epidemiológicos e inmunológicos han arrojado datos contradictorios.

 

En contraste, otros estudios han propuesto que existe un gran riesgo de padecer cáncer de próstata asociado con el impedimento de la actividad sexual, también su inicio en edad más tardía. Sin embargo por otra parte, diversos estudios han podido demostrar que existe un alto riesgo entre los pacientes que nunca han estado casados y un mayor riesgo entre aquellos que tuvieron niños, pero otros estudios no han demostrado una correlación significativa con el estado marital o con el número de hijos.

 

Síntomas el cáncer de próstata

Los síntomas del cáncer de próstata podrían demorar muchos años en mostrarse. En las fases iniciales, cuando el tumor está limitado a la próstata, podría ser asintomático o acompañarse de síntomas leves fácilmente atribuibles a una hiperplasia benigna, como son la sensación de escozor durante la micción, la incontinencia urinaria, la interrupción del chorro de orina, el aumento de la frecuencia de la micción sobre todo durante la noche y las dificultades para orinar.

 

Cuando los tumores son localmente avanzados se acompañan de síntomas claros, además podría haber signos de infección o sangre en la orina. Así mismo también podría generar un dolor habitual en la región lumbar y dificultades en las relaciones sexuales.

 

Cuando se trata de tumores avanzados podría presentarse edema o hinchazón de piernas, esto debido al crecimiento de ganglios linfáticos regionales, dolores óseos, por extensión tumoral al hueso e incluso debilidad o pérdida de fuerza en piernas, por compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas. Así mismo también podría causar insuficiencia renal, pérdida de apetito y de peso o anemia.

 

Tratamiento

El tratamiento para el cáncer de próstata podría variar según la etapa en que se encuentre. Estos podrían ser: cirugía, quimioterapia, radioterapia, tratamiento con vacunas, entre otros. Estos podrían ser utilizados uno a la vez o ser combinados según el avance de la enfermedad.

 

El cáncer de próstata se desarrolla de forma lenta, provocando que en muchas ocasiones, el tratamiento deba darse durante un largo plazo de tiempo. Se debe destacar que si el cáncer de próstata se detecta en su primera fase, cuando aún se encuentra dentro de la próstata, el paciente podría tener una gran esperanza de vida. Es por este motivo que se recomienda acudir a un especialista en cuanto se detecte alguna anomalía, básicamente a la hora de orinar; de este modo el medico podrá detectar de forma rápida la causa que está originando el malestar. Asimismo se recomienda visitar al urólogo de forma regular una vez que se cumpla los 50 años de edad.

 

El tratamiento para el cáncer de próstata dependerá primordialmente del estado evolutivo de la enfermedad, algunos datos como el grado, la etapa del cáncer o la edad y estado de salud del paciente son de mucha importancia para decidir el tratamiento a seguir.

 

Cirugía

Este tratamiento consiste en la extracción entera de la glándula prostática y de los tejidos localizados a su alrededor. En ocasiones se pueden extraer los ganglios linfáticos del área pélvica, el cual se encuentra en la parte inferior del abdomen, localizada entre los huesos de la cadera. A este tipo de intervención se le conoce con el nombre de prostatectomía radical, esto se podría llevar a cabo mediante dos tipos de procedimientos:

 

1) Prostatectomía retropúbica: La extracción se ejecuta por medio de una incisión que se realiza en el abdomen.

2) Prostatectomía perineal: Esta intervención se lleva a cabo a través de una incisión en el área comprendida entre el ano y el escroto.

 

Radioterapia

Este tratamiento podría combinarse con el de la cirugía, esto para que resulte mucho más beneficioso para el paciente, ya sea para preparar la zona dañada para la extracción del tejido afectado o quizás para intentar limpiar la zona luego de la intervención quirúrgica. Si este fuese el caso se podría proceder de dos formas distintas.

 

1. Tratamiento interno: Este procedimiento se trata de un implante que podría ser permanente o temporal, y que al momento de ser extraído no deja ningún tipo de rastro radiactivo dentro del cuerpo, esto se realiza mediante la inserción cerca del tumor de un pequeño contenedor de material radiactivo

2. Tratamiento externo: Este tratamiento consiste en el uso de las radiaciones a través de máquinas externas, este procedimiento tiene una duración aproximada de 6 semanas, consiste en la orientación de las radiaciones hacia el área pélvica.

 

Terapia hormonal

El tratamiento hormonal tiene como objetivo aminorar los niveles de testosterona en el organismo o bien bloquear los efectos de esta hormona sobre la próstata. La testosterona, es una hormona sexual masculina y está vinculada a la acción de la transformación del tumor.

 

Observación permanente

Se trata de efectuar controles habituales de vigilancia y de observación sobre el estado del cáncer. En esta opción es recomendable para los pacientes mayores que padezcan otro tipo de enfermedades que podrían deteriorar su salud. Es importante señalar que el cáncer de próstata es una enfermedad lenta, es por esta razón que el tratamiento también se prolongará. En la mayoría de ocasiones los pacientes vivirán con el mal, sin que sea este necesariamente el causante de su muerte, es decir, podrían morirse con el cáncer pero no de cáncer.

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