DOS RAZONES Y UNA MISMA CAUSA
Dos importantes activistas en las redes sociales de los pensionados: Antonio Guihur y Edgar Victoria, aparecen hoy enfrentados en opinión al voto en blanco en las próximas elecciones parlamentarias de este próximo 9 de marzo de 2014.
De entrada, se ve muy en lontananza la posibilidad de que el voto en blanco tenga algún valor electoral de grupo sobre esas elecciones en las que podrían registrarse unos 15 millones de electores de los cuales, al menos la mitad más uno (siete millones y medio +1), debieran ser en blanco para que tuvieran que repetirse las elecciones con nuevos candidatos.
Valga la pena abrir un paréntesis para reiterar que la política electoral colombiana no se ajusta a ese sabio aforismo de que “las cosas se deshacen como se hacen” porque, unas son las condiciones para elegir y otras para revocar.
Con referencia al voto en blanco, debiera suponerse que este es un ‘candidato’ más en el certamen político respectivo al que le bastaría imponerse sobre todos los demás para alcanzar el triunfo, es decir, si ‘don Blanco’ se impusiera como partido a los demás partidos (no a la suma de todos los demás), debieran repetirse las elecciones.
Porque, además, si alguien fuera capaz de movilizar tal magnitud de voto en blanco en unas elecciones nacionales, también pudiera cargar la suerte sobre algunos candidatos al Congreso como es lo que está haciendo el uribismo que, si saca al menos 2 millones de votos va a meter entre los palos en el próximo cuatrienio tanto a Santos, si es que alcanza la reelección, como al Congreso que surja de la nueva manifestación electoral.
Pensar en blanco es una utopía que, aunque resulte hermosa y nos proporcione sensación de alivio moral, parecería ahora más práctico aceptar el reto del momento y votar a conciencia por aquellos parlamentarios que, como reza el dicho, “por sus hechos los conoceréis”.
De momento, lo que se refleja en esta discusión de Guihur y Victoria es un desgaste de una incipiente organización que ya tiene algún peso de opinión en medios alternativos y que, lo que debe esperarse es que continúe progresando en su conformación de grupo de presión, que es lo único que opera en Colombia como elemento disuasivo de la opresión que se descarga sobre las clases populares.
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Fin de folio/ Yo tenía un compañero, otro igual no encontraré. Y cuando el clarín tocaba, siempre a mi lado marchaba, al mismo paso y compás (himno del camarada).
