DISCRIMINACIONES ODIOSAS

DISCRIMINACIONES ODIOSAS
No ser ‘pilo’ también paga estudiar
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Opinión: RED-GES

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El presidente Santos, el rey de las verdades a medias, dice en el lanzamiento de la cuarta convocatoria del programa Ser Pilo Paga (SPP) que (…) “no hay una mejor política para impulsar la equidad y construir la paz que apostarle a la educación”.
 
Y eso que es una verdad universal requiere, en el contexto de una sociedad ya tan desigual como la colombiana, que la educación sea pública, con el fin de que la haga accesible a todo el mundo,  independientemente de su capacidad económica.
 
Podríamos decir, entonces, complementando el axioma, que “no hay una mejor política para impulsar la equidad y construir la paz que apostarle a la educación pública.
 
Y ese es el fondo del debate abierto sobre el SPP. Nadie está creyendo o diciendo que los ‘pilos’ sean una especie de nuevos privilegiados en el país, ni protestando contra la presencia de las universidades privadas en la educación superior… El problema es que el gobierno, a espaldas de las universidades públicas, decidió echarle mano a los recursos tributarios generados por el llamado impuesto ‘CREE’, que antes se destinaban a la educación superior pública para financiar el SPP que en buena parte se van para las universidades privadas.
 
Esta artimaña se parece al cuento del tipo que abre un hueco para tapar otro, con la diferencia que el nuevo hueco le queda más grande que el que tapó.
 
No creo que haya un estudiante de bajos recursos, por ‘pilo’ que sea, que rechace un subsidio educativo del Estado solo porque esté circunscrito a una universidad pública. Una buena reforma del SPP sería destinarlo solo a las universidades públicas porque, como dice el rector de la Pedagógica, Adolfo Atehortúa, tal como está concebido, lo que se hace es ampliar la inequidad, pues, solo favorece al 2% de los bachilleres del país. “Con similar presupuesto podría ampliarse en más la oferta educativa de las universidades estatales”, precisa Atehortúa.
 
En términos equitativos, que es una de las connotaciones atribuidas a la educación en el discurso del presidente Santos, podría preguntarse: ¿Qué resulta más justo: darle la oportunidad a 40.000 ‘pilos’, o a muchos más estudiantes de escasos recursos en las universidades estatales, dentro de los cuales cabrían los mismos 40.000 ‘pilos’?
 
Mientras tengamos un déficit educativo de 200.000 bachilleres (cálculo de 2015) que por falta de recursos familiares no pueden seguir sus estudios superiores, ni siquiera resulta equitativo, tal como está concebido, destinarle financiación propia a ser ‘pilo’ paga porque terminaríamos subsidiando la educación superior de las universidades privadas mientras las públicas tendrían que seguir recurriendo a las ‘empanadas bailables’ para financiar la nómina de los profesores: así de simple.
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Fin de folio.-  Después de 70 partidos dirigiendo a la selección Colombia, Pékerman no ha podido encontrar el equipo titular y menos a los suplementes. Los comentaristas deportivos saben esto, pero no lo pueden decir porque se les cae “el sobre”.