La red de transmisión eléctrica de Chivor II que pasará por los municipios cundinamarqueses de Guasca, Guatavita y Sesquilé, para internarse en Sabana Centro, emporio del nuevo desarrollo industrial del país, terminando en Tenjo en la que se denomina Subestación Bacatá, ha entrado en conflicto con el medio ambiente por la supuesta alta afectación en la reserva forestal, las fuentes de agua y la fauna que puebla la cuenca alta del río Bogotá.
Es el segundo debate ambiental que afecta esta zona, pues, inexplicablemente, la reserva forestal protectora de esta cuenca fue reducida al comenzar el año por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de 245.000 hectáreas a solo 94.000 (¿?).
Ahora, la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), dentro de las alternativas presentadas a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para desarrollar el proyecto Chivor II – Norte – Bacatá, propone un trazado que atraviesa la reserva y la interviene en un poco más de 25 kilómetros (km).
Voceros de la EEB aseguran que “en cualquier escenario, la ruta presentada a la ANLA generará el menor impacto. No estamos diciendo que este sea un proyecto con cero impactos. Efectivamente los hay, pero los estudios buscan identificarlos y saber cómo podemos controlarlos”.
Un Periódico (UP), órgano informativo de la Universidad Nacional, lanzó la alarma ambiental en su última edición, la No. 179 con más detalles del proyecto Chivor II al cual, El Satélite prestará atención especial a partir de este momento.
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