CÁBALAS POLÍTICAS EN TORNO A URIBE

El Centro Democrático de Uribe es un nuevo movimiento político que va a tener muchos votos, pero que podría apostarse sin mucho riesgo a que no van a ser del llamado voto de opinión o del abstencionismo. Entonces, ¿de dónde?

Para empezar a dilucidar el interrogante, seguro que no va a arrastrar ni un solo voto del Polo Democrático cuya afinidad, paradójicamente, solo está en lo del término “democrático”, con lo que se pone de bulto también que lo de “democrático” en Colombia es solo un formalismo.

Y aunque su afinidad con el PIN sí sea comparable por lo de la militancia paramilitar, tampoco raspará votos de aquí porque los paracos necesitan mantener su marca política: anteayer como Convergencia; ayer como PIN y hoy como Opción Ciudadana, y en ese propósito han sido disciplinados.

Y lo mismo podría decirse de Cambio Radical, antes uribista a morir y hoy, santista por conveniencia, que vive en la esperanza de coronar a su rey (Vargas Lleras) en el 2018.

Tampoco arrastrará votos de los Verdes, y menos con la alianza de los Progresistas, rivales naturales de Uribe, aunque por dentro tengan a Peñalosa en plan de Ulises en Caballo de Troya.

Ni pensar siquiera en el MIRA: ellos son secta religiosa (no sectarios políticos), a quienes les interesa tener también su marca política para usufructuar mermeladas burocráticas o, por lo menos, defenderse de ataques esporádicos del más acá cuando, como en el caso de Piraquive, su enlace con el más allá, se salga de quicio.

Queda por último el liberalismo, partido que Uribe dejó grogui en su elección del 2002. Luego, entonces, los liberales podrían parodiar en estas elecciones la propaganda de los condones diciendo… con Uribe, ni pío…

Dentro de las posibilidades electorales del Centro Democrático de Uribe quedan La U y el Partido Conservador: ahí está su fuente política. En los actuales momentos, el Partido de la U ostenta 28 senadores y 40 representantes; y el Partido Conservador 22 y 38, respectivamente.

¿Cuántos arañará Uribe de uno y otro? A verlo vamos…