CALENTANDO MOTORES
El exalcalde de Tocancipá, Walfrando Forero, lanzó oficialmente su candidatura a la reelección para el periodo 2015-2018, dando por descontado que no habrá ampliación del periodo de los actuales mandatarios locales, tal como lo propone el gobierno nacional en un proyecto de acto legislativo que ya presentó al Congreso.
Walfrando, como le dice todo el mundo, se fue con sus líderes a la Vega (unos 150) y desde este nuevo polo turístico de Cundinamarca, a solo una hora de la frontera de Bogotá, hacia el noroccidente, puso sobre el tapete su candidatura con una muy alta apuesta, no solo por la cantidad y calidad de los activistas que le apoyan, sino por la inversión económica que tendrán que hacer los eventuales competidores que quieran disputarle el trono.
Tocancipá, el nuevo emporio industrial del país, asiento de connotadas empresas multinacionales en los últimos años, se ha convertido en un municipio muy deseado, con alertas políticas en su dirigencia que ha venido acostumbrando a la comunidad a una suerte de bolsa electoral: ¿Quién da más?
En este escenario, Walfrando se mueve como pez en el agua. Son famosos sus opíparos banquetes populares; sus parrandas norteñas al aire libre y sus asistencias económicas a los más pobres -- y a los más vivos--, a través de la fundación que lleva por nombre su propio nombre.
¿Quién le puede competir?, se pregunta la gente.
En el partido conservador hay un candidato con buen patrimonio económico, Campo Elías Báez (Campitos), pero con debilidades políticas, pues, tendría que disputarse el honor con el concejal, Naudi Max.
Otro concejal que talla es el de la U, Uriel Pardo. Pero aquí choca con los Rozo Moreno (Los Pícaros), dueños de la Alcaldía actual en cabeza de Carlos Julio, que tiene como candidato al exgerente de la Empresa de Servicios Públicos, Andrés Porras.
¡Eh ahí el quid! En términos políticos y económicos, el único candidato que podría hacerle frente a Walfrando sería Porras, pues, contaría no solo con algunos recursos propios y de sus padrinos, los Pícaros, sino de la mermelada local, valga decir, del presupuesto municipal; o mejor, de la plata de los contribuyentes, siguiendo los tantos vericuetos que se le abren al nominador, como ya se vio a nivel nacional en la reelección de Santos.
En conclusión, la mesa está servida: Walfrando o Porras: ¡Hagan sus apuestas!