ALERTA AMBIENTAL

Fuentes de alta credibilidad indican que un par de areneros de Tocancipá han adquirido al menos el 30 por ciento de la recebera de Sopó (en la foto), de propiedad del excandidato a la alcaldía, Manuel Rodríguez, que aparece como un machetazo a la cara de este apacible municipio, a la salida para la vereda del Meusa.

La negociación gira en torno a la posibilidad de que los areneros tocancipeños sean capaces de destrabar el cierre de la recebera para emprender nuevamente su explotación.

En vísperas de las pasadas elecciones en Sopó, de un momento a otro se abrió el frente minero, bajo la licencia de una “recuperación geomorfológica” cuya vigencia se venció sin terminar lo establecido, procediendo la CAR, en consecuencia, a cerrarla.

En estos casos, los mineros son astutos y alegan ante la autoridad ambiental dizque “fuerza mayor” para no haber llevado a cabo en el tiempo establecido la recuperación, con lo que obtienen nueva licencia y más tiempo para seguir explotando.

Si se observa, la recebera en mención aparece con una explotación  perpendicular, sin terraceo, lo que indica que los nuevos socios del excandidato deben proceder a configurar las terrazas y, de paso, quedarse con una buena cantidad de material.

Las fuentes de alta credibilidad dicen que los areneros tocancipeños gozan de buenas relaciones en la CAR a través de un supuesto alto oficial del Ejército o la Policía que les haría el lobby respectivo.

Vamos a ver…