AGRICULTORES EUROPEOS CONTRA MONSANTO
Remite para El Satélite/Gloria de Carrillo
(Fuente/Innovaticias.com)
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Los agricultores europeos se han puesto en guardia contra la norma de la Unión que les impide vender sus propias semillas. Asimismo, sostienen que son necesarias reglas adaptadas para el registro de las variedades para la agricultura ecológica y para la agricultura a pequeña escala.
Expertos de diferentes países y de organizaciones agropecuarias como la Red de Semillas de Francia se han dado cita en Madrid para debatir sobre la nueva normativa de semillas que la Comisión Europea pretende impulsar.
En el encuentro han participado representantes del Ministerio de Agricultura, de ONGs, de asociaciones ligadas al movimiento de Soberanía Alimentaria, organizaciones ecologistas y redes de semillas de todo el Estado español. La propuesta presentada por la Comisión va en la misma sintonía que la política dominante sobre la producción y comercialización de material de reproducción vegetal, enmarcándola en un contexto de control, certificación, sanidad y registro ligado a una producción industrial, burocratizada y deslocalizada y nada favorable a los sistemas agroecológicos de producción, la biodiversidad agrícola, los derechos del agricultor a vender sus propias semillas.
El movimiento en Europa recuerda al recientemente defendido por las redes sociales de Latinoamérica en donde se denunció la resolución colombiana conocido como 970 a través de la cual, autoridades sanitarias de este país confiscaban, destruían y enjuiciaban a los campesinos que almacenaban sus propias semillas de arroz para la siguiente cosecha.
Ante los perniciosos efectos de esta iniciativa, los agricultores han exigido al Parlamento Europeo y al Ministerio de Agricultura el respeto y derecho a utilizar, intercambiar y vender sus propias semillas. Este derecho debe quedar fuera del ámbito de aplicación de esta legislación. Los agricultores que hacen venta directa de semillas como complemento de su actividad deben estar exentos de las mismas exigencias que el resto de operadores.
Sobre las microempresas artesanales que producen y comercializan semillas de variedades locales creen que necesitan reglas adaptadas a su actividad, completamente diferente a las que realizan las grandes empresas de semillas de producciones deslocalizadas y distribución kilométrica.
Asimismo, defienden que son necesarias reglas adaptadas para el registro de las variedades para la agricultura ecológica y para la agricultura a pequeña escala.
Consideran que los agricultores y consumidores deben tener la posibilidad de elegir los alimentos que consumen y las plantas que cultivan. Demandamos transparencia en los métodos de selección utilizados para generar las variedades y la propiedad intelectual que gestiona su uso. Esta información debe constar obligatoriamente en el etiquetado.
Por último, reclaman el mantenimiento de un sistema público de control y certificación de las semillas.
Además, aseguran que "la propuesta aún puede empeorar mucho más, tal y como han denunciado numerosas redes de semillas europeas y la propia Vía Campesina Europea, si se aceptan las enmiendas presentadas por la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural y la Comisión Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo que serán discutidas en las próximas semanas.
Por este motivo, Coordinadora Europea Vía Campesina, (de la que COAG forma parte), vienen movilizándose desde el pasado 20 de enero frente al Parlamento Europeo, junto con las redes europeas de semillas. Las organizaciones convocantes reivindican el reconocimiento del derecho de los agricultores a intercambiar y comercializar semillas heterogéneas o variedades no registradas.