¿QUIÉN LE TEME A LA BOGOTÁ HUMANA?
Octavio Quintero
(junio de 2015)
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Bogotá Humana es una filosofía que orienta al gobierno de Petro en Bogotá, y a fe que muchas cosas se humanizaron en la capital, desde el trato a los animales hasta el trato a personas (los recicladores) que eran tratados como animales.
Y claro, en pos de esa visión social, el alcalde Petro consumió su tiempo bregando a hacer algo sobre su plan de gobierno, atacado por todos los flancos por una derecha recalcitrante que en Bogotá tiene su pináculo en los grandes medios de comunicación adictos al selecto grupo empresarial que maneja los hilos del centralismo nacional.
Lamentablemente son muy débiles las bases que quedan de esa Bogotá Humana al término del mandato de Petro que, seguramente, serán revisadas si alcanzan la Alcaldía los candidatos del establecimiento, con excepción de la presidenta del Polo, Clara López. Solo la candidata del Polo aseguraría la consolidación de esa filosofía humana de Bogotá.
Las huestes de Petro, el progresismo, debieran tener esto claro, en vez de seguir por ahí enredadas con un desteñido verde que se pinta de peñalosista, el candidato del Vice Vargas Lleras.
Llegó la hora, se acabó el recreo. A más de esas necesarias rectificaciones mediáticas a los periodistas áulicos del ‘stablishment’, se requiere la consolidación de un bloque político capaz de contener la retoma de Bogotá que ha lanzado la derecha colombiana que, para esto, si no tiene ninguna diferencia entre la rancia estirpe centralista que ha gobernado al país durante más de un siglo, siendo Santos hoy su epílogo, y la emergente línea de los nuevos poderes económicos y políticos que se han formado en Colombia en los últimos 40 años, siendo Uribe su último protagonista.
El senador Robledo y la candidata Clara López ya dieron el primero y más difícil paso de entendimiento programático. Y la independencia electoral de Bogotá entendió y acogió bien el mensaje. Un paso de Petro en el mismo sentido nivelaría las fuerzas a chocar en las próximas elecciones por la Alcaldía de Bogotá… Para ayer es tarde.
