William Rodríguez

21.05.2012 05:15

 

El Plan de desarrollo de Gachancipá

nos quiere meter gato por liebre

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Durante el presente mes en todos los municipios de Colombia los concejos municipales (salvo los de elecciones atípicas), tienen como tarea fundamental debatir y aprobar el proyecto de acuerdo presentado por los alcaldes para adoptar el Plan de Desarrollo Municipal a ejecutar en los próximos 4 años.

De conformidad con lo previsto por el artículo 259 de la Constitución Nacional, quienes elijan gobernadores y alcaldes, imponen por mandato al elegido el programa que presentó al inscribirse como candidato. En otras palabras, los alcaldes están obligados por ley a cumplir sus propuestas de campaña.

La ley 152 de 1994 o ley orgánica del Plan de Desarrollo, y las guías e instructivos sobre el tema, señalan que dicho documento debe contener una parte estratégica y un plan de inversiones. Este último llevará la proyección de los recursos financieros, programas y subprogramas con indicación de sus objetivos y metas y proyectos prioritarios.

El alcalde de Gachancipá en su campaña electoral presentó a la comunidad su programa de gobierno en cuadernillo naranja de 33 páginas, donde se registraba una serie de proyectos que esperanzaron a la comunidad.

Revisando el documento presentado a la corporación edilicia para debate, muchos de los proyectos del cuadernillo no se encuentran.

Propuestas como la sede permanente del SENA, universidad para el municipio, tecnificación de la institución educativa, construcción de centros integrales de desarrollo en barrios y veredas, servicio de gas en las veredas y las promesas para los sectores del municipio mencionadas en las páginas 23, 24, 25, 26 y 27 del citado programa no figuran en el Plan presentado al Concejo.

En el campo de la salud se prometió la adecuación y modernización del puesto de salud con la implementación de la sala de partos, 3 médicos 24 horas, el proyecto esboza un replanteamiento sustancial en la infraestructura del puesto de salud y en los equipos médicos del mismo, aspecto impreciso y poco definido.

¿Será que a Gachancipá le van meter gato por liebre?, expresión que consiste en engañar en la calidad de una cosa por medio de otra inferior que se le asemeja, originaria en los siglos XVI por viajeros que frecuentaban los mesones y temían que la carne que les servían no correspondiera con la del animal que se pagaba.

Para el caso que nos ocupa se prometió al municipio en el programa de gobierno una serie de proyectos específicos que ahora se disimulan de manera genérica, impidiendo contar con aspectos concretos para evidenciar claramente si se cumple o no se cumple. ¿Acaso la ley no establece que se debe incluir los proyectos prioritarios? ¿Si las promesas fueron especificas por qué no se puede tener ese mismo criterio con el plan?

Ahora bien, la Constitución Política establece que las entidades territoriales deben formular planes de desarrollo que contengan una parte estratégica, lo cual implica una orientación hacia resultados. Por tanto, la gestión debe traducirse en soluciones concretas. Con base en esto el departamento de Planeación Nacional establece que el plan de desarrollo debe contar con metas de resultado que evalúan los efectos o cambios generados por los programas ejecutados.

El plan propuesto para el debate se limita a utilizar indicadores de producto que miden los bienes y servicios producidos por las acciones realizadas, excluyendo los de resultado. El desarrollo del municipio no debe estar ceñido únicamente a medir productos y servicios, también debe evaluar si se logran los impactos esperados. Muy temeroso resultó este proyecto del burgomaestre. No quiero pensar que desconfíe de los resultados de su propuesta.

Con el plan de desarrollo está en juego el futuro de nuestras localidad, ojala los concejales que ahora tienen el balón en su campo se pongan la mano en el pecho y con objetividad, responsabilidad y altura perfeccionen ese documento de tal manera que en el próximo cuatrienio se materialicen las sueños que se ofrecieron a los ciudadanos para conseguir los votos.

Espero que al final del año 2015 no terminemos los Gachancipeños inmersos en la obra de teatro de Pedro Calderón de la Barca, cuyo personaje principal Segismundo en su soliloquio concluye: La vida es sueño y los sueños, sueños son.

 

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