Víctor Julio García

Chávez: ni capitalista ni comunista

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Con la muerte física de Hugo Chávez, su Revolución Bolivariana, tomará fuerza en América Latina, debido al carisma que tuvo el fallecido presidente venezolano, que sin más preámbulos le cantaba la verdad al que fuera, demostraba su posición anti imperialista y desde su programa de gobierno, atacó ese capitalismo salvaje, que hace que los pobres sean más pobres y los ricos son más ricos, porque la riqueza o capital en Venezuela, no cumplía con una función social, sino que esta destina a enriquecer a unos pocos.

Basta echarle un vistazo al caso nuestro, donde se pregona que Colombia es un Estado Social de derecho y sin embargo, mucha gente está desempleada, aguanta hambre, sufre por las deficiencias de un sistema de salud corrompido, los dineros para los programas de alimentación y nutrición se lo roban y las ganancias del petróleo, pasan a manos de unos pocos y las pingues ganancias que nos corresponde, alcaldes y gobernadores, se enriquecen, con la venia de los órganos de control, que también son tan corruptos.

Chávez, atacó ese capitalismo salvaje, nacionalizando el petróleo y las ganancias del mismo las repartía al pueblo a través de subsidios, apoyó a mujeres cabeza de familia, prestó atención integral a ancianos otorgándoles una pensión y otros programas sociales, que redujeron la pobreza en más del 50%, generando mejor calidad de vida a la población y de paso una economía de escala real.

Pero, para los economistas de corte capitalista, esa revolución estaba pegada con babas, porque la inflación, la deserción de monopolios, el desempleo, la violencia delincuencial trajo como consecuencia que el producto interno bruto (PIB) se redujera ostensiblemente, sin embargo, el pueblo pobre, lo apoyó políticamente y prueba de ello, es que estuvo catorce años en el poder, porque a la gleba no le interesa si Venezuela está estancada económicamente o si la producción nacional está por el piso, sino que le solucionen sus necesidades básicas insatisfechas.

Los criticas a este modelo económico y político, son en pro y en contra y tanto los unos como los otros tienen razones de peso para atacarla o defenderá, ya que Chávez lo había dicho, ni soy capitalista ni comunista, soy el precursor de una revolución bolivariana, que tiene como soporte el ideario político de Bolívar, la doctrina de Simón Rodríguez, (tutor y mentor de Bolívar), quienes proponían que los pueblos de América Latina tuvieran un sistema político y económico autónomo, hubiera una reforma agraria real e integral para los campesinos y un modelo de economía solidaridad del Estado (subsidios) para los más desprotegidos.

Es evidente que Chávez fue un gran ideólogo político que centró sus tesis en un modelo antiimperialista, anti burgués, y precursor de una contrarrevolución al modelo neoliberal, que genera ese capitalismo salvaje con miseria para los más desprotegidos y placeres económicos para unos pocos.

Chávez, junto con Martin Luther King, Nelson Mandela, Gandhi, pasa a la historia como un filósofo, político, filántropo, un gran hombre y su ideario político se fortalecerá en muchos pueblos oprimidos del planeta, porque tanto el capitalismo como el comunismo son males que hay que erradicar de la faz de tierra.