Una cumbre por lo bajo

La cumbre extraordinaria de Gobernadores que se llevó a cabo ayer en Bogotá pasó sin pena ni gloria sobre el problema de la salud que amenaza con provocar una crisis de grandes proporciones en Colombia por sus impredecibles consecuencias humanitarias.

Lo mismo que antes, los gobernadores se limitaron a proponer una reforma estructural al Sistema de Salud y en ese orden, se dedicaron a analizar posibles medidas de excepción, pero sin fijar posición tajante sobre el asunto.

Quizás, su reclamo más atrevido fue pedirle a la ministra Salud Beatriz Londoño, más audacia en las medidas de choque requeridas para agilizar el salvavidas al sector de la salud.

 Carlos Alberto Botero, gobernador de Risaralda y presidente de la Federación Nacional de Departamentos, resaltó que “los 32 gobernadores acordaron trabajar de manera articulada con el gobierno nacional e involucrar las propuestas presentadas por otros actores para encontrar una salida a la situación que tiene en entredicho la salud de los colombianos”.

 Para el presidente de la Federación de Departamentos “el problema actual radica en el manejo de los recursos para financiar el sistema, razón por la que los gobernadores proponen controles más adecuados para garantizar el servicio y el flujo de capital de manera eficaz.

 Junto a las medidas inmediatas para garantizar la supervivencia del sistema  se planteó también otro tipo de medidas estructurales que pueden ser implementadas con la normatividad vigente, así como otras a largo plazo que requieren una reforma legislativa.

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Versión El Satélite con información de Radio Nacional