UN MEJOR MUNICIPIO ES POSIBLE

Buen gobierno es el que se deriva de una buena preparación técnica y profesional de los funcionarios públicos y, en este sentido, el municipio de Madrid, próximo a Bogotá, en la provincia de Sabana Occidente, acaba de graduar a 72 líderes locales en “Gobierno y Política Pública”.

Gracias a una alianza entre la Administración y la ESAP (Escuela Superior de Administración Pública), la capacitación llegó a jóvenes, líderes comunales, estudiantes de colegios, universitarios y funcionarios públicos.

El alcalde, Giovanni Villarraga, enfatizó sobre la importancia que tiene en el desarrollo local, la capacitación en temas de gobierno y, por supuesto, la inclusión de los jóvenes y de la ciudadanía en general en temas políticos y de participación activa, para que de esta manera se obtengan herramientas y elementos de juicio que permitan alcanzar una mejor calidad de vida.

En sintonía con la idea de que “un mejor municipio es posible”, el alcalde ha propendido por elevar el poder político de su ciudadanía en las cuatro condiciones que demanda el ejercicio de una auténtica democracia: formada, informada, organizada y actuante, día tras día.

Los 72 futuros conductores de los destinos municipales en sus diversas expresiones locales alcanzaron su grado al cabo de seis fines de semana durante los cuales elevaron sus conocimientos sobre asuntos constitucionales, políticas sobre infancia y adolescencia, estructura estatal e implementación de políticas sociales, entre otros.

El director regional de la ESAP, Carlos Arturo Zamudio,  también se refirió al gran avance que ha tenido Madrid con la apertura de estos programas, con miras de alcanzar la eficiencia, eficacia y efectividad de los servidores públicos.

Si la administración pública en toda su dimensión local, departamental y nacional,  expandiera  decisiones como ésta del municipio de Madrid, se estaría no solo pensando en ser mejores, sino  poniendo las condiciones para que tan loable propósito tenga expresión en la práctica.

Esa voluntad, ese ahínco,  esa aptitud y actitud de querer ser los mejores se lo merecen los madrileños y, de momento, están demostrando que dentro del pesimismo que se nota en la  gente, en virtud de los continuos escándalos de corrupción que invaden la administración pública en todos sus niveles, un mejor municipio es posible.