Toconpetro: todos contra Petro

27.02.2013 06:12

Crónica de Ocavio Quintero

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Los más importantes medios de comunicación del país cayeron nuevamente encima del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, por la denuncia que hizo en torno a la presencia de bandas criminales (BACRIM), en los municipios vecinos a la capital como Chía, Cajicá Zipaquirá y Soacha.

En declaraciones recientes, el mandatario distrital dijo:

“Sería absolutamente importante que la Policía Metropolitana fuese Policía Metropolitana. En Chía y Cajicá se están ubicando ‘bacrim’ con nombre propio. Pensar que ese elemento, ese riesgo, esa amenaza sólo se va a quedar sobre los territorios de Chía y Cajicá es una ingenuidad”, dijo Petro, quien luego aseguró que “el objetivo de estas organizaciones es penetrar la ciudad de Bogotá”.

De inmediato, el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, le respondió:

“Es importante clarificar que el alcalde Petro fue elegido para dirigir al Distrito Capital, a Bogotá, y yo fui elegido para dirigir al departamento de Cundinamarca con una votación de un poco más del doble, es decir más del 67 %. Entonces así como yo no opino sobre lo que sucede internamente en Bogotá, no admito que un mandatario de otra entidad territorial opine sobre lo que le corresponde al departamento”.

El Gobernador fue reforzado horas más tarde por el propio viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, quien dijo desconocer de dónde sacaría Petro tal información y reveló que “no es verídica, según los organismos de inteligencia del Estado. La Policía y el Ejército nos informó que en Chía y Cajicá no hay presencia de bandas criminales, sino que solo hay bandas delincuenciales”, agregó.

El más duro

Pero la declaración más contundente sobre este asunto, la expidió en las últimas horas el alcalde de Cajicá, Oscar Mauricio Bejarano, quien rechazó enfáticamente las “inapropiadas declaraciones de Petro, sobre la existencia de BACRIN en este Municipio. 

“Estas afirmaciones tendenciosas y alejadas de nuestra realidad, afectan a un municipio tradicionalmente sano, trabajador y pujante que acoge con oportunidades, respeto y trato digno  a quien decide vivir  en el.

No aceptamos ser utilizados y estigmatizados con afirmaciones irresponsables, carentes de veracidad del señor Alcalde Gustavo Petro y exigimos de él como funcionario público respeto por nuestras costumbres, y el  buen nombre de los Cajiqueños”.  

Descomposición ciudadana

Más allá de los frecuentes enfrentamientos sin trascendencia que sostienen ante los micrófonos los mandatarios de Bogotá/Cundinamarca, el hecho es que, sucesivos casos de orden público y de inseguridad ciudadana se vienen presentando en los municipios vecinos a la capital, como (el más reciente), el asesinato el pasado viernes 22 del vicepresidente del Concejo de Tocancipá, Gonzalo Rodríguez (Gacha), a manos de un sicario.

La denuncia del alcalde Petro no deja de tener sus razones e, inclusive, tanto el gobernador como los mismos alcaldes vecinos a Bogotá admiten que la delincuencia, el microtráfico y los delitos se han incrementando en sus territorios.

Son los casos concretos de Zipaquirá y Cajicá, aparte de Tocancipá, en donde las poblaciones han sido sacudidas por crímenes que enmudecen, tanto por el natural asombro como por el temor de la gente a resultar involucrada, si dicen algo al respecto.

En su última edición (No.44), El Satélite recoge declaraciones de los presidentes de los concejos de Tocancipá (Uriel Pardo) y Gachancipá (José Joaquín Cubides) quienes coinciden en que el principal problema de estos municipios es la inseguridad ciudadana.

“Que esa inseguridad provenga o no de BACRIM, es un asunto que a la ciudadanía no le llega, pues la gente solo teme por su vida, honra y bienes, sin precisar si su riesgo corre por cuenta de delincuentes organizados o delincuentes comunes.

¿Hay o no hay?

Pero, entrando en el terreno del enfrentamiento de Petro con el Gobernador de Cundinamarca y los alcaldes, para las autoridades y correspondientes organismos de investigación, sí resulta muy válido precisar si el deterior del orden público y la inseguridad ciudadana proviene debandas organizadas (BACRIM) o de la delincuencia común.

¿Qué es una BACRIM?

El mismo Gobernador Cruz sostiene que en Cundinamarca no hay bandas criminales al estilo Bacrim, que son bandas organizadas que se financian con el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión, el secuestro y otros tipos de delitos”.

Con relación a los casos presentados en las últimas semanas en Zipaquirá, Cajicá y Tocancipá, el mandatario afirmó que no fueron perpetrados por ninguna banda criminal sino que fueron delitos comunes que están en proceso de esclarecimiento muy avanzado, como también lo está el secuestro del universitario en Bogotá que fue llevado hasta el sector de Yacopí para luego ser asesinado.

Sobre el caso de Zipaquirá precisó que aparentemente fue para robar a personas mayores y, según información de los organismos de inteligencia, una persona muy cercana a la familia estaría involucrada en el hecho. “Por tanto, la situación no responde al accionar de una Bacrim”, dijo Cruz.

En relación con la situación de Cajicá, los hechos son proceso de esclarecimiento por parte de las autoridades competentes. “No quisiera pensar que lo que se quiere es tender una cortina de humo para justificar el área metropolitana de Soacha diciendo que hay Bacrim”, declaró el Gobernador a manera de puntillazo al Alcalde de Bogotá.

Y, finalmente, sobre el crimen del vicepresidente del Concejo de Tocancipá, el mismo día, el propio comandante de la Policía de Cundinamarca, coronel Flavio Mesa, dijo que “tenemos la hipótesis de que el crimen no fue por razones políticas sino personales”.

Lo político por dentro

Resulta desafortunado que ahora todo lo que diga o haga Petro tenga se tome, en principio, como excusa para darle garrote político.

El debate sobre las BACRIM en las vecindades a Bogotá transpira revancha política desde el mismo instante en que el propio Gobernador saca pecho diciendo que en su elección sacó más votos que Petro y se acentúa, gravemente, cuando pregona en Cundinamarca una autonomía que no es tan cierta al decir:

Petro (…) “ fue elegido para estar al frente del Distrito Capital (…) De ninguna manera fue elegido para estar al frente de Cundinamarca, de Cundinamarca”. Y agrega:

“La declaración de Petro es una cortina de humo que se quiere tender para tratar de forzar un área metropolitana que, de ninguna manera, los municipios de la Sabana están de acuerdo con adelantarla, a excepción de Soacha (...) El alcalde quiere ampliar el área metropolitana a Chía y Cajicá”.

Y remata asegurando el Acueducto de Bogotá pretende prestar directamente el servicio de agua en Chía, “a partir de otras empresas de las que es socio. El Acueducto no contó con la autorización de la empresa Aguas de la Sabana y estoy dispuesto a dar los debates necesarios”.

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El Satélite/De fuentes privadas y oficiales

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