Tocancipá, nuevo asalto

“A Salvar el agua”, es el título del foro que mañana viernes se instala en Tocancipá, a partir de las ocho, en la Casa de la Cultura, como próximo escenario de un combate que más bien debiera titularse: la guerra del agua.

El foro de Tocancipá, sigue al realizado en Chía en noviembre del año pasado, cuando estaba en su punto más alto el debate entre Vargas Lleras (ministro de Vivienda), Gustavo Petro (alcalde de Bogotá) y, Álvaro Cruz (gobernador de Cundinamarca), en torno a la venta de agua en bloque.

El asunto no está liquidado; solo ha pasado a segundo plano en la sucesión de acontecimientos que en Colombia se precipitan unos a otros como, en cierta forma, organizados por alguna mano invisible para distraer al enemigo.

La pretensión de la EAAB (Acueducto de Bogotá), sigue viva: centralizar el control del agua como bastón de mando sobre sus vecinos.

La guerra del agua, ya tiene trofeos: el más visible, la cabeza del gerente de la EAAB, Diego Bravo, quien cayó en buena parte, bajo el peso de este debate que él mismo instigó desde la sublimada autoridad de Petro.

Y de ahí hacia abajo, vendrán otros, quizás no tan notorios pero de todas formas estratégicos como, por ejemplo, el debilitamiento de empresas municipales con el fin de ensanchar el suministro directo de la EAAB a las familias urbanas de los municipios vecinos, de un lado, y darle un manejo más político, y de paso económico, al gran consumo industrial.

Por ejemplo, para resaltar la importancia  esto último, el 90 por ciento de la materia prima de grandes trasnacionales como Bavaria y Coca Cola, es agua. Esta última empresa, próxima a operar desde Tocancipá con una planta para toda Suramérica, demandará un suministro de 90 litros por segundo, casi lo mismo que toda la población municipal (30.000 habitantes).

Este foro, pues, de Tocancipá, no es propiamente un saludo a la bandera: es todo un acontecimiento que bien pudiera definirse por la sabia sentencia judicial que dice: “hable ahora o calle para siempre”.