SOBRE LA IGNORANCIA DE MALA FE

20.07.2013 07:13

Hace pocos días, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, tildó de “ignorante” a Juan Gossaín, quien publicó una bien documentada denuncia en El Tiempo sobre el abuso criminal de los laboratorios con los precios de las drogas en Colombia.

Quizás el Ministro no pueda decir lo mismo de Eduardo Sardi, vicepresidente de Tecnoquímicas, la afamada agrupación vallecaucana, fabricante de medicamente en Colombia.

Hace un par de meses, este empresario reveló ante la asamblea anual de la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (ALIFAR) que los laboratorios multinacionales están usando medicamentos biotecnológicos  para enfermedades terminales como el SIDA y cáncer, “logrando impedir el registro de medicamentos competitivos, actuando como monopolios que les permite cobrar unos precios que llegan a ser diez veces más costosos que los de países desarrollados”.

Y entonces el irascible Ministro no dijo nada, quizás porque más bien es él quien ignora, o pretende ignorar por razones que la razón no entiende, que tal circunstancia monopólica es no solo tolerada, sino auspiciada por el Invima.

En una de sus críticas más afortunadas a los hacedores de la teoría económica que domina al mundo, de la cual, el exdecano de Economía de los Andes es iniciado, el premio Nobel, Joseph Stiglitz, afirmaba que resulta muy difícil convencer a alguien de un error cuando alguien le está pagando para que piense lo contrario.

Desde que el ministro Gaviria asumió el cargo, se viene intentando la expedición de un decreto reglamentario de los medicamentos biológicos y biotecnológicos y todo lo que se ha evidenciado, en palabras del mismo vicepresidente de Tecnoquímicas es que (…) “en la medida en que las multinacionales puedan meter la mano, van a buscar que no exista competencia”.

El episodio entre el Ministro y Gossaín, parece que tiene visos de una “metida de manos” de las multinacionales y una “metida de patas” del Ministro.

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