Sin molestar a nadie

26.11.2010 08:11

Dicen que a explicación no pedida, culpa manifiesta. Pero, en serio, esto no es por molestar a nadie…

Hace unas semanas los alcaldes de Cota y Tocancipá sacaban pecho por la extraordinaria certificación que les entregaba Planeación Nacional de ser los primeros en el departamento de Cundinamarca y los 3º y 4º en el país en “desempeño fiscal”.

¿Qué es desempeño fiscal? La tarea de mantener las cuentas en orden; en otras palabras, el equilibrio financiero que el país, los departamentos y municipios deben tener entre sus ingresos y sus gastos. Desempeño fiscal, para decirlo en términos más rudimentarios, es lo que hacen todas las familias más pobres del país: apretar los centavos a ver cómo pueden vivir de un  salario mínimo pagando arriendo, servicios públicos, alimentación, transportes y, pare de contar, porque eso de la educación, la salud, el vestuario  y sano esparcimiento, han pasado a ser “consumos suntuarios”.

El desempeño fiscal no mira más y, por eso, los analistas más profundos consideran que en ese campo lo que se está proclamando es el triunfo de la eficiencia sobre la equidad. También para decirlo en otras palabras, aquí no importa el medio sino el fin: usted me presenta un buen desempeño fiscal, y punto.

Este desempeño fiscal es lo que se pretende elevar a norma constitucional en la reforma que cruza rauda por los pasillos legislativos del Congreso con el nombre de “sostenibilidad fiscal” que, en la pasada edición de El Satélite se consideró como un “entierro de pobre” a los derechos económicos de la gente contemplados en la constitución del ’91 porque, una vez aprobada la reforma, ningún juez podrá proteger con tutela el derecho de nadie si con su decisión puede afectar las finanzas del Estado. “Se trata de amarrarle las manos a los jueces”, dijo descaradamente uno de los asesores del gobierno que ayudó a la redacción del proyecto.

Más acorde con un desarrollo económico y social sostenible, parece ser la otra certificación que también entrega Planeación Nacional denominada “Desempeño Integral”, en donde se incluye no sólo lo fiscal sino también las políticas municipales sobre educación, eficiencia, requisitos legales, capacidad administrativa, el desempeño fiscal y la gestión. Estos balances arrojan un resultado que se denomina “Índice Integral”.

En ese ranking, el primer municipio de Sabana Centro es Chía. Le sigue Tenjo y después Sopó. Detrás de Sopó se ubica un municipio que vale la pena mirar con más detenimiento: Madrid, que no sólo brilla por su desempeño integral sino porque acaba de ser declarado por la Corporación Transparencia como el más honrado en su gestión pública, en momentos en que esa misma entidad dice que todos los municipios del país están tocados de corrupción rampante.

Por eso nada más, vaya un aplauso a Madrid, Cundinamarca.

Cerrando la lista aparecen Tocancipá en el puesto 13; Gachancipá en el 24; Cajicá en el 25; Nemocón en el 26 y Cota en el 28

Y la cola de estos municipios de Sabana Centro, paradójicamente, viene a ser el de mayores pergaminos: Zipaquirá. Da grima verlo refundido en el puesto 281 en el orden nacional y de 84 en el departamental.

¿Cómo puede Zipa, así, aspirar a ser algún día la capital del departamento de Cundinamarca, y ni siquiera de la Provincia?

  

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